Publicado: enero 24, 2025, 2:15 am
Se llamaba (se llama) en realidad Carlos Caballero Rey, y nació en Sevilla en 1945.
Sus primeras incursiones en los medios de comunicación fueron, probablemente, accidentales, ya que mucho antes de aparecer en televisión había salido en prensa por ser uno de los curanderos que ejercían sus artes en El Rocío.
Tal vez por eso aquel Al ataque que presentaba Alfonso Arús a principios de los ’90 pensara en él para incorporarlo a su programa, como quien llevaba a Josephine Clofullia a un freakshow.
Carlos Jesús hacía gala de un repertorio de afirmaciones de lo más pintoresco y variado: decía haber muerto dos veces, ambas por descargas eléctricas en dos cadenas de montaje diferentes; también aseguraba que Jesús se le había aparecido frente a una churrería y le había encomendado la misión de sanar a la gente en la Tierra; y tal vez su afirmación más famosa era la referente a su conocimiento estelar, ya que, según él, había estado en Raticulín, en Ganímedes, en la constelación de Orión, en varias estrellas Beta y en el Sol que, decía, no quemaba. Además, podía transformarse a voluntad en Micael o Cristofer, y tenía en la cabeza un microchís que le daba el poder de reparar ordenadores.
«Al mundo vendrán, dentro de poco, trece millones de naves de alguna confederación intergaláctica, de Ganímedes, de Constelación Orión, de Raticulín.»
Con este currículum no es de extrañar que, después de Al Ataque, Crónicas marcianas, presentado por Xavier Sardà, recogiera el relevo con Javier Cárdenas al micrófono y continuaran dando espacio, entre todo el repertorio de videntes, al único que, en principio, decía haber estado en el espacio.
Pero con Carlos Jesús, igual que pasó con tantas otras figuras que exhibieron sus peculiaridades en secciones de este calado, desapareció de escena cuando el público se cansó de que la televisión hiciera burla constante de los mismos personajes de siempre.
Sin embargo, Carlos Caballero sigue ejerciendo la que era y es su profesión: curandero. En el barrio de Dos Hermanas de su Sevilla natal abrió y sostuvo una consulta privada en la calle Entrenaranjos, donde en el portal una placa rezaba: «Carlos Jesús. Curaciones por fe.»
Ochenta años después de que el mundo lo viera nacer, nada se sabe, prácticamente, de Carlos Jesús después de sus años de fama. Una de sus últimas apariciones fue de forma totalmente casual, hace casi una década, en la cuenta de Twitter del periodista Carlos Herrera que, precisamente, se encontró con él paseando por Dos Hermanas.
