Publicado: marzo 29, 2025, 2:00 pm
La mayoría de los hidroceles están presentes en el momento del nacimiento, y tienen un mayor riesgo de desarrollarse en los bebés prematuros. Aunque no suele tratarse de un problema grave, en algunos casos podría asociarse a un inconveniente de salud que podría causar inconvenientes graves como infección o tumores, o una hernia inguinal. Los hidroceles son una inflamación del escroto de los varones, el saquito que sostiene los testículos.
Esta afectación de los testículos (uno o ambos, aunque es más común el derecho) en principio no es doloroso ni causa mayores consecuencias puesto que tiende a desaparecer en los primeros meses de vida del bebé de forma natural. Aún así, si se observa hinchazón escrotal conviene consultar con el médico para confirmar que se trata de hidrocele y llevar a cabo el pertinente seguimiento.
Estas son las posibles causas y los síntomas que presenta el hidrocele
El hidrocele se presenta como una inflamación del saco que sujeta los testículos (escroto), por acumulación anormal de líquido, que suele desaparecer antes de que el bebé cumpla el año de vida. En algunos casos, puede darse este problema en niños más mayores e incluso en adultos, que podrían desarrollar un hidrocele por culpa de una lesión de otra índole en el escroto, o por otros problemas de salud.
Así pues, el síntoma inequívoco del hidrocele es esta hinchazón, puesto que no va acompañada de dolor ni provoca ningún tipo de problema más grave añadido en la mayoría de las ocasiones. Desaparece solo. Cuando tiene lugar en adultos, ese líquido en el escroto puede provocar sensación de pesadez que podría ir aumentando a lo largo del día: amanece más ligero y va hinchándose más por la noche.
En cuanto a las causas, el hidrocele se va gestando antes del nacimiento, en el útero de la madre, cuando los testículos bajan desde el abdomen del bebé que se gesta hasta el escroto. Cada testículo porta un saquito que recoge el líquido que rodea los testículos, cerrándose y reabsorbiendo el líquido de forma natural… excepto cuando ese líquido permanece después de haberse cerrado el saco: es lo que se denomina hidrocele no comunicante. También puede suceder que ese saco quede abierto (hidrocele comunicante), el líquido regrese a la zona del estómago y tenga que ver con algo más serio: una hernia inguinal.
Posibles complicaciones (aunque poco frecuentes) del hidrocele
A pesar de que casi todos los hidroceles desaparecen a los pocos meses del alumbramiento, en algunas ocasiones pueden darse con una hernia inguinal, un problema de salud más serio.
Esta dolencia podría estar asociada a un punto débil en los músculos abdominales que permite que parte del intestino se prolongue hasta el escroto, que es la hernia inguinal. En este caso, el bulto que produce la acumulación de líquido sí es doloroso, sobre todo si tosemos o cogemos algo de peso. Aunque este tipo de hernia por sí sola no es peligrosa, si no se ataja podría complicarse y derivar en problemas de salud más graves.
La segunda complicación grave es la torsión testicular, que requiere de atención médica urgente para salvar el testículo. Es importante atender a un posible dolor repentino e intenso en el testículo, y/o a la hinchazón del escroto. Esto puede suceder inmediatamente después de haber sufrido una lesión en esa zona testicular, puesto que podría estar desencadenándose una obstrucción en el flujo sanguíneo por culpa de la torsión de un testículo.
Tratamiento del hidrocele
Como explican los expertos de Medlineplus, por lo general los hidroceles no son dañinos y sólo se tratan cuando causan molestias o desembocan en una infección.
Eso sí, cuando los hidroceles han surgido de una hernia inguinal deben pasar por cirugía con cierta inmediatez para evitar males mayores. Todos aquellos que no desaparecen en el bebé de forma natural en unos meses, deben operarse mediante hidrocelectomía, que consiste en la extirpación del revestimiento del saco del escroto. Otra opción es el drenaje con aguja, aunque en este caso es más habitual que la lesión reaparezca.
Aunque se trata de una intervención bastante sencilla, los riesgos de la cirugía de hidrocele podrían ser la formación de coágulos de sangre, una infección y, en casos muy raros, la pérdida del testículo.
Referencias
Irene Chen, Sohrab Arora, Kenan Alhayek, David Leavitt, Ali Dabaja. ‘Diagnosis and management of testicular compartment syndrome caused by tension hydrocele’. National Library of Medicine. Consultado online en https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9065616/ el 21 de febrero de 2025.
Jerzy Niedzielski, Maciej Nowak, Piotr Kucharski, Katarzyna Marchlewska, Jolanta Słowikowska-Hilczer. ‘Testicular, Epididymal and Vasal Anomalies in Pediatric Patients with Cryptorchid Testes and Testes with Communicating Hydrocele’. National Center for Biotechnology. Consultado online en https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9180922/ el 21 de febrero de 2025.