Publicado: febrero 19, 2025, 3:40 am
El pasado viernes conocíamos la noticia de que el Papa Francisco había ingresado en el hospital Agostino Gemelli para someterse a algunos exámenes diagnósticos necesarios y continuar con el tratamiento de una bronquitis que sufría desde hace algunos días. Horas después, el Vaticano informaba que el sumo pontífice sufría «un cuadro clínico muy complejo, con una infección polimicrobiana del tracto respiratorio que ha obligado a modificar la terapia» que venía recibiendo.
Ayer mismo, la institución confirmaba que el Papa Francisco padece una neumonía bilateral y su estado es complejo, aunque se mantiene de buen humor. «La tomografía computarizada de tórax a la que se sometió esta tarde el Santo Padre, prescrita por el equipo sanitario vaticano y por el equipo médico de la Fundación Policlínico A. Gemelli, demostró la aparición de neumonía bilateral que requiere terapia farmacológica adicional«, dice el texto del comunicado emitido por el Vaticano.
¿Cuáles son las causas de la neumonía bilateral?
«Los alvéolos de los pacientes de neumonía están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno«, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata, por tanto, de una enfermedad del aparato respiratorio que provoca una infección en estos órganos y que puede variar en su gravedad, siendo potencialmente mortal en determinados grupos de la población más vulnerables, como personas mayores de 65 años, bebés o pacientes con un sistema inmune debilitado.
Respecto a sus causas, los agentes infecciosos más comunes que pueden generar neumonía son los siguientes:
- ‘Streptococcus pneumoniae’: la causa más común de neumonía bacteriana en menores.
- ‘Haemophilus influenzae de tipo b (Hib)’: la segunda causa más frecuente de neumonía bacteriana.
- El ‘virus sincitial respiratorio’ es la causa más frecuente de neumonía vírica.
- ‘Pneumocystis jiroveci’ es una causa importante de neumonía en niños menores de seis meses con VIH/SIDA, responsable de al menos uno de cada cuatro fallecimientos de lactantes seropositivos al VIH.
Asimismo, como explican los especialistas de Mayo Clinic, otros organismos similares a las bacterias como ‘Mycoplasma pneumoniae’ también puede causar neumonía. Determinados tipos de hongos pueden provocar esta afección respiratoria y algunos virus, como es caso del SARS-CoV-2 o el que causa la gripe y el resfriado. El origen de la neumonía bilateral puede no ser infeccioso, ya que algunas personas desarrollan esta enfermedad en el ambiente hospitalario, que es la que se denomina como neumonía adquirida en el hospital.
Esta complicación en el aparato respiratorio, «puede conducir al ingreso hospitalario de los pacientes afectados por una insuficiencia respiratoria grave que, a su vez, puede abocar a una situación de distrés respiratorio agudo, por la que estos pacientes pueden requerir soporte ventilatorio: oxigenoterapia, ventilación no invasiva (VNI) o ventilación invasiva (VI)», destacan.
Principales signos de alerta de una neumonía
Pero, ¿cuáles son las señales de alerta para detectar una posible neumonía? Algunos de los síntomas más frecuentes en pacientes con esta infección en los pulmones son los siguientes:
- Fiebre intensa.
- Dolor torácico o en el pecho.
- Dificultad para respirar o disnea.
- Escalofríos.
- Tos (que puede ir acompañada de pus o flemas).
- Náuseas y/o vómitos.
- Desorientación.
- Fatiga.
- Diarrea.
Una neumonía puede provocar complicaciones que requieran atención médica inmediata como tener unos niveles bajos de oxígeno en el torrente sanguíneo, una tensión arterial muy baja, un absceso pulmonar o una lesión pulmonar grave que provoque el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).
¿Cómo se trata esta infección?
Si la neumonía ha sido causada por bacterias, el tratamiento más indicado serán los antibióticos y hospitalización en los casos más graves. En este sentido, «la mayoría de los casos de neumonía puede ser tratada sin hospitalización» mediante el tratamiento con «antibióticos orales, reposo, líquidos, y cuidados en el hogar», indican en la Sociedad Española de Medicina Interna.
Sin embargo, los pacientes que presenten dificultad para respirar, personas con otras enfermedades crónicas o mayores de 65 años pueden necesitar un tratamiento más avanzado y el ingreso hospitalario, como es el caso del Papa Francisco. En complicaciones severas, estos pacientes pueden requerir de cuidados intensivos, que generalmente incluyen intubación y ventilación artificial.