Publicado: octubre 13, 2025, 4:00 am
Cuando surge una relación poco después de haber roto la anterior, más aún si ésta era de largo recorrido, pueden surgir dudas sobre si en realidad estamos buscando huir de la soledad, cubrir huecos emocionales tras el duelo o simplemente pasar el rato para no pensar mucho. Más aún, en esos periodos de transición podría darse la circunstancia de que apareciera la persona de tu vida, pero que no te des cuenta porque estás intentando superar las heridas de la relación anterior.
A este fenómeno de ‘es la persona pero no es el momento’, el psicólogo y sexólogo experto en relaciones de pareja Adrián Chico lo llama digestión emocional. Durante el podcast Noche para dos, el experto conversa con Cristina Blanco Fernández sobre la posibilidad de que sepas que tienes delante a la persona correcta, esa que te da todo lo que necesitas y con la que jamás hubieses soñado, pero que consideres que ha aparecido en tu vida en el momento equivocado.
¿Es posible que encuentres a la persona de tu vida, pero no sea el momento correcto?
Ante la pregunta de la entrevistadora en el podcast, ¿tú crees que puede ser la persona pero no el momento’?, el sexólogo responde: «sí, total. Creo que hay momentos que, por mucho que nos duela, aunque aparezca una persona maravillosa en nuestras vidas, esa que nos encanta y que soñamos con estar con ella porque es la persona perfecta para nosotros y lo sabemos… la relación no prospera«.
Entonces, si es la persona soñada, y lo sabemos, sabemos que encaja a la perfección con nosotros, sentimos atracción física y emocional como nunca… ¿Por qué la dejamos escapar? ¿Cuál es la razón para que no aprovechemos que el destino la ha puesto en nuestro camino, aunque sea nada más haber dejado nuestra anterior relación? ¿Si apareciera en otro momento de nuestra vida, la habríamos elegido seguro?
«Puede que veamos que es ‘la persona’, y que sin embargo pensemos que no sentimos lo que deberíamos sentir no porque no sea loa persona, sino porque mi momento vital está en stand by». Pero en este punto, hay quien se preguntará, haciendo uso del sentido común, que si realmente tuviéramos tan claro que es esa pareja la que hemos estado esperando toda la vida, no importaría nada acabar de dejar otra relación… ¡iríamos a por ella con todo, la persona ganaría al momento!
La necesidad de haber hecho la digestión emocional para entrar en una nueva relación
Para hacernos comprender lo que sucede cuando no es el momento de enamorarnos, por mucho que la otra parte nos encante, Adrián Chico pone un ejemplo. «Voy a contar la metáfora del banquete emocional. Cuando tú te has pegado un atracón en una comida, con tus gambas, tu carne, tus entrantes, tu postre…acabas reventado, no puedes comer una cucharada más de comida. ¿verdad?».
Pues bien, lo que sucede a continuación, imaginemos, es que «alguien te pone delante tu comida favorita, esa que te vuelve loco, una pizza al horno de piedra con masa crujiente en mi caso, yo pensaría que es maravillosa, huele fenomenal, sé que sabe genial, pero sólo acercarme y pensar en probarla me produce rechazo«.
Y añade: «puedes incluso pensar, ‘si pudiera quitarme del cuerpo toda la comida anterior y comerme esto, lo haría segurísimo, pero no puedo, imposible comer más, necesito hacer la digestión larga de 8 horas… Pues cuando acabamos de salir de una relación que nos ha dejado muy tocados emocionalmente es algo parecido: lo ves, lo sabes, pero te sientes incapaz de sentir el mismo enamoramiento o la misma pasión que sentía por mi ex. Eso sucede porque no hemos hecho la digestión emocional».