Publicado: enero 19, 2025, 1:40 am
No podemos dejar de comer, ni tampoco podemos escapar a las consecuencias del cambio climático, pero los defensores de la dieta climateriana (o planetaria) argumentan que lo que sí está en nuestra mano es alimentarnos de una manera más saludable y consciente, con la que hacemos una contribución significativa para minimizar nuestra huella en el planeta.
Una de las claves de esta tendencia en alimentación se fundamenta en el consumo de productos de temporada, frescos y de calidad, para reducir el impacto de la huella de carbono asociada al transporte. Esta dieta pretende ser algo más que un plan de comida para mantener un peso saludable: su objetivo final es comprometerse con el planeta, y que la lucha contra el cambio climático comience en el plato.
Comer de forma sostenible, un buen plan sin renunciar al placer
La alimentación genera entre el 20 y el 30 por ciento de todas las emisiones de carbono en el mundo: los productos de origen animal producen emisiones del 57 por ciento, frente a los vegetales, que bajan al 29 por ciento. Quienes defienden la dieta climatariana aseguran que comer de forma sostenible no significa en ningún caso renunciar al placer de comer; la clave está en reinventar el planteamiento que hacemos de nuestro menú diario, de una manera consciente con nuestro medio ambiente.
Existe evidencia científica que demuestra que podemos hacer mucho en nuestros hábitos alimenticios diarios para reducir nuestras emisiones perjudiciales. Una de las premisas de esta propuesta invita a eliminar el consumo de carne (o al menos, reducirlo) optando por recursos vegetales, legumbres, frutas y cereales integrales.
Controlar el desperdicio alimentario es otra de las medidas que cada uno de nosotros debería tener en cuenta en casa, aprovechando al máximo las ‘sobras’, inventándonos nuevos platos, evitando tirar a la basura comida. Se trata de optimizar los recursos naturales al máximo, puesto que el planeta tiene unos límites.
El objetivo de esta propuesta es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, para frenar el cambio climático global, defendiendo que lo que es saludable para el planeta lo es también para nosotros. Los alimentos básicos de esta dieta están repletos de fibra y nutrientes que se asocian efectos positivos sobre la salud humana, como puede ser mantener el peso y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer.
Alimentos recomendados en la dieta climatariana
La heura es un excelente producto para el desayuno, saciante, y proteína vegetal de calidad; de la misma manera que son interesantes el tofu o el seitán salteados con especias. Los cereales integrales como pasta, arroz y trigo tienen muchos beneficios para la salud y requieren mucho menos procesamiento y energía desde el punto de vista medioambiental.
Los expertos se decantan por el consumo de lentejas, garbanzos o alubias, frente al consumo cárnico, de alto impacto en el planeta (si no quieres dejar de consumir carne, mejor optar por la de pollo, según los expertos en esta dieta).
Otra opción es cambiar los productos lácteos de vaca, por ejemplo, por bebidas de soja o avena. Los ultraprocesados están cien por cien desaconsejados. Mejor optar siempre por alimentos frescos, con recetas imaginativas como la sobrasada vegana o hamburguesas vegetarianas que reducen las emisiones de carbono y son mucho más ligeras en cuanto a la digestión se refiere.
En cuanto a los frutos secos, la dieta climateriana recuerda que los más ecológicos son los cacahuetes, las avellanas, las semillas de girasol, las de sandía y las de calabaza.
