Publicado: diciembre 1, 2025, 7:30 am
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunirá este martes en Moscú con el enviado de Estados Unidos, Steve Witkoff, con quien tratará de avanzar en el plan de paz para Ucrania. Mientras, Washington sigue también el diálogo con el Gobierno de Volodimir Zelenski. El encuentro entre Putin y Witkoff se ha confirmado a través del portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Este anuncio llega después de que el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, asegurase que la paz también tiene que incluir una serie de garantías que protejan la soberanía de Ucrania, con cuya delegación, dijo, ha estado teniendo «conversaciones muy productivas» durante el fin de semana. De hecho, el encuentro de Putin con Witkoff parece la antesala de una reunión entre Trump y Zelenski. En cuanto al plan, siguen sin aclararse los puntos clave del mismo: la cesión de territorios por parte de Kiev, la reducción del ejército ucraniano y la posible entrada o no del país en la OTAN.
Eso sí, Trump ha avisado de que «la corrupción» que se está conociendo ahora mismo en el entorno de Zelenski «no ayuda al acuerdo», aunque insiste en que hay «una buena oportunidad para la paz». Estos días el presidente ucraniano, por su parte, ha aceptado las investigaciones pero ha avisado de que lo importante ahora mismo es «la unidad» frente a la invasión rusa y de cara a las negociaciones. De hecho, se vanaglorió de forzar la dimisión del asesor presidencial Andri Yermak en el marco de esas investigaciones. «Es el momento de que nadie dude de Ucrania», apuntó el presidente.
«Ucrania tiene algunos problemas complicados, pero creo que Rusia quiere ver el final», sostuvo desde el Air Force One el presidente de Estados Unidos, cuyos recelos contrastan con los de Europa. Este lunes, la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, cerró filas con las palabras ya dadas por Ursula von der Leyen de pleno apoyo a Kiev, y repitió que la Unión tiene que estar en la mesa. «Si estuvieran junto a los europeos, sin duda serían mucho más fuertes, pero confío en que los ucranianos se defiendan por sí mismos», expuso la dirigente estonia, para quien diciembre será un mes «clave para la diplomacia» pese a las dificultades.
Kallas cree que el foco tiene que estar en Moscú. «Está claro que Rusia no quiere la paz, por lo que debemos fortalecer Ucrania al máximo para que esté preparada para defenderse en estos momentos tan difíciles», explicó, y celebró al mismo tiempo «las difíciles pero productivas» conversaciones de Kiev con EEUU. Al mismo tiempo, la UE sigue trabajando en una fórmula que le permita usar los activos rusos congelados para la reconstrucción de Ucrania, y la jefa de la diplomacia comunitaria advirtió de que la cumbre de líderes de este mes no acabará sin un acuerdo en este sentido. «Bélgica tiene preocupaciones legítimas sobre los riesgos, pero todos los demás Estados miembro han manifestado su disposición a compartir esos riesgos, por lo que estamos debatiendo estas cuestiones», esgrimió.
En cuanto a los detalles del plan de paz y al hecho de que se pueda reducir el ejército ucraniano, Kallas fue de nuevo rotunda. «El ejército ruso es el que supone un riesgo para todos, y no me refiero a los países europeos, sino a todos los países vecinos de Rusia. Si nos fijamos en los 19 países que han invadido en los últimos 100 años, todos ellos están en peligro. Si el Ejército ruso es grande, si su presupuesto militar es tan grande como lo es ahora, querrán volver a utilizarlo», concluyó.
La UE, de hecho, trabaja por seguir aumentando la ayuda financiera y militar Kiev, conscientes en Bruselas de que el Gobierno de Zelenski necesitará al menos 70.000 millones de euros anuales para mantener a sus tropas incluso si hay alto el fuego con Rusia. En general, el objetivo, compartido este lunes por los ministros de Defensa de los 27 es que Ucrania y la UE puedan estar «en una posición de fuerza» según avancen las negociaciones. «Sin una paz sostenible no habrá paz», repiten desde las capitales.
