El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró este jueves que desconoce cuánto más durará la campaña militar rusa en Ucrania, aunque destacó que Moscú está cada vez más cerca de conseguir sus objetivos en el campo de batalla.
Durante su conferencia de prensa anual, Putin afirmó que la situación en el frente está cambiando «radicalmente» y que las tropas rusas conquistan «kilómetros cuadrados diariamente», aunque no se atrevió a pronosticar la duración de la guerra. Sí recalcó que Rusia está «cerca de lograr sus objetivos» en Ucrania.
Al ser preguntado sobre las tropas ucranianas que ocupan desde agosto pasado una parte de la región rusa de Kursk, prometió que el enemigo será «sin duda» expulsado: «No hay duda de ello. No puedo ni quiero dar una fecha específica en la que serán liquidados».
Asimismo, planteó a Estados Unidos un «duelo» entre el nuevo armamento hipersónico ruso y los sistemas de defensa antimisiles occidentales. «Que elijan cualquier instalación para que la ataquemos, digamos, en Kiev. Que concentren allí todas sus sistemas antiaéreos y antimisiles. Y nosotros atacaremos con un misil Oreshnik. Y veremos qué es lo que pasa. Nosotros estamos preparados para ese experimento», dijo Putin.
Rusia toma dos localidades en el Donbás
El Ejército ruso, por su parte, aseguró este jueves haber tomado dos localidades cercanas a los bastiones ucranianos de Kurájove y Velika Novosilka, con lo que continúa su avance imparable hacia la frontera entre las regiones de Donetsk y Zaporiyia.
«Gracias a su exitosa ofensiva, las unidades de la agrupación militar Vostok liberaron las localidades de Zelenivka y Novii Komar de la república popular de Donetsk», informó el Ministerio de Defensa ruso en su parte de guerra diario.
La localidad de Novii Komar está a menos de cuatro kilómetros al norte de Velika Novosilka, el próximo objetivo de las fuerzas rusas, cuya toma allanaría el camino hacia Zaporiyia, parcialmente ocupada por Rusia y anexionada en 2022.
A su vez, con la toma de Zelenivka, al oeste de Kurájove, continúa estrechándose el cerco en torno a este estratégico bastión de la región de Donetsk, que está a punto de caer en manos de Moscú.
El objetivo de la inusitada aceleración de la ofensiva rusa en el Donbás, cuyo coste en bajas llegó a superar las 2.000 diarias, según fuentes británicas, es llegar en la mejor posición negociadora a la investidura del presidente de EEUU, Donald Trump, y a las hipotéticas conversaciones futuras de alto el fuego.