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Putin cumple 25 años de poder absoluto: los hitos del "megalómano" señalado por buscar el retorno de la Rusia imperial

Publicado: diciembre 31, 2024, 10:20 am

El pasado 7 de octubre Vladimir Putin cumplió 72 años, de los que 25 los ha pasado en la cúspide del poder de Rusia. El presidente ruso ha alcanzado este 31 de diciembre el cuarto de siglo de poder absoluto. En 25 años ha jurado cinco veces el cargo de presidente (y su mandato intermedio como primer ministro). Es un tercio de su vida, la que se inició el 7 de octubre de 1952 en Leningrado (actual San Petersburgo).

Con 16 años, fue a la sede del KGB porque quería ser espía. Tras licenciarse en Derecho, en 1975 fue reclutado. Como agente, trabajó en la Alemania Oriental durante 16 años, hasta 1990.

Tras la caída del muro de Berlín retornó a la Unión Soviética. En una entrevista de 2017 con Oliver Stone, Putin dijo que renunció a la KGB tras el golpe contra Mijaíl Gorbachov porque no estaba de acuerdo con lo sucedido y no quería ser parte de la inteligencia en la nueva administración.

En 1990 conoció a Anatoli Sobchak, alcalde de Leningrado, que será su mentor. En 1994, Putin ya era primer vicepresidente del Gobierno de San Petersburgo. Se trasladó a Moscú y fue asumiendo distintas responsabilidades en la Administración rusa.

El favor de Yeltsin

En 1997, el presidente Boris Yeltsin le nombró subjefe del Estado Mayor Presidencial. Un año más tarde le escogió como director del Servicio Federal de Seguridad, el organismo sucesor de la KGB. La ascensión de Putin continuó el 9 de agosto de 1999: fue elegido como uno de los tres primeros viceprimeros ministros y, ese mismo día, fue nombrado primer ministro interino del Gobierno de la Federación Rusa.

El 16 de agosto, la Duma Estatal le nombró primer ministro. Fue la cuarta opción del entonces presidente ruso, que en 18 meses había cesado a otros tres jefes de gobierno. «Nos hemos alejado del borde del precipicio», aseguró Putin en alusión a la situación en la que se encontraba Rusia cuando Yeltsin le cedió el poder el 31 de diciembre de 1999.

Año 2000, llegada a la presidencia

Al abandonar el Kremlin, Yeltsin le dijo a Putin: «¡Cuida de Rusia!». Asumió el cetro de una Rusia convulsa, en mitad de una grave crisis económica y en plena segunda guerra de Chechenia. En 2000, Putin ganó las elecciones presidenciales y luego, la reelección en 2004.

Lo he encontrado muy directo, una persona digna de crédito… He podido ver el sentido de su alma, un hombre profundamente comprometido con su país»

«He mirado a este hombre a los ojos. Lo he encontrado muy directo, una persona digna de crédito. Hemos tenido una conversación muy buena. He podido ver el sentido de su alma, un hombre profundamente comprometido con su país, agradezco mucho el diálogo sincero», dijo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, cuando conoció a Putin. Pero ese entendimiento con Washington y con Occidente duró poco.

Porque ha habido más de un Putin, aseguran quienes le han conocido en este cuarto de siglo. «El Putin con el que me reuní, con el que hice buenos negocios, con el que establecí un Consejo OTAN-Rusia, es muy, muy diferente de este casi megalómano del momento actual», le dijo en 2023 el ex jefe de la OTAN George Robertson al periodista de la BBC, Steve Rosenberg.

Cambiar la ley para ser como los zares

En 2007 su segundo periodo presidencial llegaba a su fin y la Constitución rusa de 1993 no le permitía continuar en el poder. Con su popularidad por las nubes tras años de crecimiento económico, en 2008 presentó a Dmitri Medvédev como su sucesor. Así, Putin fue formalmente primer ministro durante cuatro años, pero en realidad seguía siendo «el jefe».

El Putin con el que establecí un Consejo OTAN-Rusia, es muy, muy diferente de este casi megalómano de ahora»

Medvédev reformó la Constitución para extender el mandato presidencial de cuatro a seis años. En 2012, Putin se postuló para un tercer mandato y ganó en primera vuelta. En 2018 volvió a vencer (obtuvo más del 70% de los votos, aunque con la participación más baja de la historia).

Y para que todo siguiera atado hasta su muerte, Putin propuso en 2020 votar para enmendar la Constitución para que pudiera seguir al frente del país hasta 2036, tras suprimir el límite de dos mandatos presidenciales para un candidato. «Putin se apoya en la Iglesia para convencer al pueblo de que tiene un mandato cuasi divino, como los zares», dice EFE.

Poder absoluto

En marzo pasado fue reelegido por otro mandato de seis años. Las decisiones colegiadas, que caracterizaban al Comité Central y al Politburó en tiempos soviéticos, han sido sustituidas por un Consejo de Seguridad en el que no cabe el disenso. El partido del Kremlin y el Parlamento son meros comparsas.

Putin ha ejercido un poder absoluto; promovido un mesiánico nacionalismo ruso; eliminado a todos sus enemigos (opositores como Navalni, escritores, artistas, periodistas, activistas y científicos); mostrado una fe ciega en la Iglesia Ortodoxa; declarado varias guerras y anexionado territorios.

El presidente ruso se ha hecho peor con el tiempo, tanto para sus compatriotas como para el resto de naciones. «Putin parece movido por el resentimiento, por un sentimiento generalizado de que durante años se ha mentido a Rusia y se le ha faltado al respeto, de que Occidente ha desestimado sus preocupaciones en materia de seguridad», resume Rosenberg, actual editor de la BBC para Rusia.

La invasión de Ucrania

La naturaleza de su régimen personalista se acentuó desde 2012 y especialmente durante la pandemia del coronavirus. «Encerrado con los mapas de la Rusia imperial en su búnker… El resultado fue la primera invasión de un país europeo desde la II Guerra Mundial».

La invasión de Ucrania comenzó en febrero de 2022. Putin se creyó los erróneos informes de sus servicios de inteligencia de que caería en tres días, ya que el presidente, Volodímir Zelenski, huiría tras el primer disparo. Como dijo la canciller Angela Merkel, el presidente ruso había perdido el sentido de la realidad.

«Creo que Vladimir Putin tiene una piel muy fina y una enorme ambición para su país. La Unión Soviética fue reconocida como la segunda superpotencia del mundo. Rusia no puede reclamar nada en ese sentido. Y creo que eso le carcomió el ego«, según palabras de George Robertson.

De modo que la guerra relámpago de Ucrania no lo fue. En su lugar, una sangría de hombres y recursos, nacida de un régimen y un Ejército corruptos. El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, lo entendió e intentó darle un vuelco a la situación con una sublevación armada, que despertó del letargo a muchos rusos. Prigozhin murió en un accidente aéreo en circunstancias no aclaradas.

La industria militar como locomotora

La injerencia de Putin en la gestión económica ha ido en aumento con el paso de los años. Al comienzo de la guerra en Ucrania, la avalancha de sanciones de Occidente afectó severamente a las finanzas, a las exportaciones de petróleo y gas, y prácticamente a todos los sectores de la economía. El presidente tuvo que cambiar el modelo económico y aumentar drásticamente el gasto en Defensa. Y así la industria de armamento es ahora la locomotora de la economía rusa.

Dice Putin que Rusia ha logrado sobrevivir a los efectos de las sanciones y que la economía es estable. Pero el país sigue siendo testigo de una caída sostenida del valor del rublo y de una inflación creciente. Pero el presidente ruso sostiene que está «haciendo todo lo posible… para garantizar que Rusia fuera un Estado soberano independiente».

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