A pesar de que el juicio contra Sean Combs, más conocido como Puff Diddy, está previsto para el próximo 5 de mayo, este solo será el que ha comenzado contra él la fiscalía norteamericana por tráfico sexual, crimen organizado y trata de personas. Mientras tanto, el magnate musical de 55 años, que continúa preso en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, en Nueva York, sigue recibiendo nuevas denuncias.
La última demanda, según ha informado el portal de noticias TMZ, la ha presentado en el Tribunal Superior de Los Ángeles una mujer, Bryana Bana Bongolan, que asegura que Diddy la amenazó con tirarla por un balcón de la entonces casa de su antigua novia, Cassie Ventura, en septiembre de 2016, así como de agredirla violentamente.
Bongolan afirma en los documentos, en los que también ha acusado al rapero de encarcelamiento falso —confinar ilegal y deliberadamente a otra persona sin ninguna autoridad o consentimiento—, que se estaba quedando en el apartamento de Ventura y que Combs llegó de madrugada una noche.
Poco después, comenzó a manosearla y toquetearla, pero que a pesar de sus insistencias ella intentó rechazar los supuestos avances sexuales y resistió un tiempo, hasta que Puff Diddy no aceptó su negativa y pasó a las amenazas de muerte, yendo con ella a la terraza y levantándola y sujetándola en el balcón.
Bongolan puntualiza que se trata de un balcón que estaba a 17 pisos del suelo y que el magnate musical no dejaba de amenazarla con dejarla caer. Asimismo, detalla que más tarde la agredió sexual y físicamente lanzándola contra los muebles de la casa, incluida una mesa de gran valor económico.
A pesar de que la mujer reclama 10 millones de dólares en daños y perjuicios, el equipo legal de Diddy ha publicado una declaración en la que desmiente estas acusaciones: «El Sr. Combs niega firmemente estas graves afirmaciones y sigue confiando en que, en última instancia, se demostrará que son infundadas. Tiene una fe inquebrantable en los hechos y en la imparcialidad del proceso judicial. En el tribunal, la verdad saldrá a la luz, demostrando que las acusaciones contra el Sr. Combs carecen de fundamento».