La relación con los suegros es un tema que en ocasiones genera mucha controversia en España. Mientras algunos disfrutan de una convivencia armoniosa con la familia polÃtica, para otros puede convertirse en una fuente de conflictos y tensiones en la pareja. Pero, ¿son realmente los suegros tan «fieros» como los pintan? ¿Hasta qué punto pueden influir en la dinámica de la pareja? La psicóloga experta Silvia Llop arroja luz sobre este asunto.
Llop, autora del libro «Mándalo a la mierda (mereces algo mejor)», de Plataforma Editorial, explica que la idea de llevarse mal con los suegros es «mito y realidad». «Dependerá de las personalidades de cada uno, de la relación familiar, de si se junta una persona muy apegada a su familia con otra que es más desapegada, de si los suegros se meten demasiado donde no les llaman o si, por lo contrario, son respetuosos con la pareja», comenta. Según la psicóloga, no existe una fórmula mágica para lograr una relación perfecta con la familia polÃtica, pero sà hay claves para manejarla de forma saludable.
Un aspecto importante es tener expectativas realistas. Algunas personas esperan demasiado de la relación con sus suegros, mientras que otras prefieren mantener cierta distancia. «Lo ideal serÃa saber qué lugar quieres que tengan tus suegros en tu vida y tratar de llevarte lo mejor posible con ellos para que ese no sea un foco de estrés, sino todo lo contrario», aconseja Llop en una entrevista en 20minutos. Encontrar un equilibrio que funcione para ambos miembros de la pareja es fundamental.
Manejar los conflictos con asertividad
Cuando surgen conflictos con los suegros, Llop sugiere que cada uno maneje a sus propios padres en situaciones difÃciles. Sin embargo, para comentarios puntuales, recomienda abordarlos con asertividad y respeto. Frases como «Mira, suegra, que no me ha sentado bien este comentario y preferirÃa que no lo hicieras más» o «este tema es delicado para mà y prefiero no tratarlo en este momento» pueden ayudar a establecer lÃmites de forma educada pero firme.
Este tema es delicado para mà y prefiero no tratarlo en este momento
La comunicación: clave para una buena relación
Evitar ver a los suegros o poner excusas constantemente puede ser contraproducente si para la pareja es importante mantener un buen vÃnculo con ellos. Llop enfatiza la importancia de una comunicación honesta y llegar a acuerdos donde ambos se sientan cómodos. «De lo contrario, el tema se convertirá en una discusión recurrente que podrÃa terminar rompiendo la relación», advierte la experta. Hablar abiertamente sobre sentimientos y expectativas es esencial.
Hablar abiertamente sobre sentimientos y expectativas es esencial.
Consejos para una convivencia armoniosa
La psicóloga Silvia Llop comparte varios consejos para cultivar una relación saludable con los suegros:
Escúchate a ti mismo e identifica cómo te sientes al relacionarte con ellos.
Define el nivel de implicación que te gustarÃa tener con la familia polÃtica.
Considera el contexto, como la cercanÃa geográfica o la presencia de hijos.
Dialoga con tu pareja sobre vuestros sentimientos y expectativas mutuas.
Adapta la relación según sea necesario en base a la experiencia.
Ser uno mismo, pero con sentido común, es la clave para caer bien a los suegros. «Todos tenemos diferentes partes en nuestra personalidad y las vamos mostrando más o menos, según el contexto», señala Llop. Además, recomienda elegir sabiamente las batallas a librar y comentar solo lo realmente importante para mantener la mejor relación posible.
Un equipo unido frente a los desafÃos
En definitiva, la relación con los suegros no tiene por qué ser una fuente de conflictos en la pareja. Con comunicación, empatÃa y lÃmites saludables, es posible construir un vÃnculo positivo y enriquecedor para todos.
«Si hay algo que te molesta mucho o que crees que puede ocasionar problemas entre vosotros, es mejor comentarlo de una forma tranquila para que juntos, como equipo, podáis decidir qué vais a hacer al respecto», concluye Llop. Al final, el amor y el respeto mutuo son los pilares fundamentales de cualquier relación, ya sea de pareja o con la familia polÃtica.