Ana Guerra y Víctor Elías se dieron el ‘sí, quiero’ a finales de octubre, en dos bodas diferentes. Y ha sido este miércoles cuando se han compartido las fotos más exclusivas del enlace, aunque solo de uno de ellos, pues ¡Hola! y la pareja han acordado posponerlo «en señal de respeto con las víctimas» de la DANA.
La cantante y el actor derrocharon amor rodeados de artistas del mundo de la música y de la interpretación, así como excompañeros de OT 2017 y excompañeros de Los Serrano, programa y serie que catapultaron a la fama a la canaria y al madrileño, respectivamente. Más de 300 invitados fueron testigos del enlace el 31 de octubre en una exclusiva finca de Madrid, donde no faltó la música y la fiesta.
No obstante, esta unión civil y posterior celebración fue la segunda boda, y las imágenes de este día aún no se ha publicado. Tal y como asegura la citada revista, decidieron, junto a la pareja, posponer este reportaje al próximo miércoles 13 de noviembre «en señal de respeto con las víctimas y afectados por la tragedia de la DANA».
Sin embargo, ¡Hola! sí compartió las fotos de su primera boda, que fue el 30 de octubre en la ermita de la Virgen del Puerto de Madrid. Esta ceremonia religiosa contó solo con la presencia de sus familias, por lo que fueron casi 60 invitados, y estuvo inspirada en Los Bridgerton, serie de la que ambos son muy fans.
Víctor Elías, vestido con un traje gris de cuello Mao, esperó nervioso en el altar hasta que Ana Guerra llegó, agarrada al brazo de su padre, Antonio Guerra, mientras sonaba la banda sonora de Leyendas de pasión.
La cantante lució un vestido de novia de encaje, con escote palabra de honor y mangas caídas, semientallado en la cintura y con una larga cola de tela.
Ambos confesaron a ¡Hola! que su momento favorito de la boda religiosa fue su encuentro en el altar. «Lloré muchísimo. Nada más verla, pensé ‘qué belleza de mujer«, declaró el actor. «Estaba supernerviosa y, cuando lo vi, no me lo podía creer y dije ‘qué afortunada soy», sostuvo la artista.
Por su parte, la triunfita explicó el motivo de hacer dos ceremonias: «Nos casamos por disparidad de culto porque solo una de las partes es religiosa. Mucha familia mía y mucha familia de Víctor no se conocían y queríamos juntarlas el día anterior y pensamos… ‘¿Y si, ya que juntamos a las dos familias, nos casamos por la iglesia?’. Y así fue, salió supernatural. Yo quería una boda más pequeña, Víctor una más grande, y así tenemos las dos».