Publicado: enero 6, 2025, 4:00 pm
<
En detalle, se observa que en el sector Granos y Oleaginosas la producción en 2023 fue de 40.12 millones de toneladas; mientras que al cierre de 2024 fue de 36.2 millones de toneladas; es decir, una variación: menos 10.2%, lo que representan menos de 4.1 millones de toneladas.
Para el caso del maíz, éste disminuyó 13.9% y pasó de 27.5 a 23.7 millones de toneladas, menos 3.8 millones de toneladas; mientras que en el trigo, la reducción fue de 24.1%, pasó de 3.48 a 2.64 millones de toneladas, menos 0.84 millones de toneladas.
Cabe destacar que ello trae implicaciones para mantener el índice de seguridad alimentaria nacional, la cual, con este comportamiento cayó por debajo del 50%, lejos del estándar recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, (70-75%).
Anaya destacó que las importaciones de México han sido récord y posicionan a nuestro país como el segundo mayor importador global después de China.
Sector hortofrutícola se frena
Respecto al subsector hortofrutícola, que había mostrado dinamismo por más de tres décadas, en 2024 se enfrentó a su primer estancamiento “debido a la falta de inversión, inseguridad y sequía”, dijo el directivo de GCMA.
Añadió que en la parte agroindustrial, la producción tuvo una variación menor de 4.3 millones de toneladas; mientras que en 2023 fue de 58.5 millones de toneladas, mientras que en 2024, fue de 54.17 millones de toneladas.
En la caña de azúcar “hubo una disminución significativa en producción y rendimientos por sequía; en el caso del agave se logró aumentar la superficie y producción, pero con una drástica caída de precios de 2.50 a 3.0 pesos por kilo».
Así, destacó Anaya “el 2024 cierra con un panorama mixto en la producción agropecuaria mexicana, por un lado hay retrocesos importantes en sectores clave como granos, hortofrutícola y agroindustrial, que son afectados principalmente por la sequía, inseguridad y políticas ineficaces”.
A lo anterior, se suman aumentos moderados en forrajes y el sector pecuario, aunque estos enfrentan desafíos estructurales. “Esta situación subraya la necesidad de estrategias integrales que prioricen la seguridad alimentaria, la inversión, la adaptación al cambio climático y la sustentabilidad”.
]]>
