Publicado: marzo 1, 2025, 8:20 pm
El nuevo gobierno de Estados Unidos ya está embarcado en la primera oleada de despidos masivos de empleados federales. Es lo que prometió el presidente Donald Trump y es lo que está llevando a cabo Elon Musk como responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Y es lo que está sucediendo: miles de trabajadores públicos están perdiendo su empleo, de momento, los que estaban en periodo de prueba.
La Casa Blanca había empezado con ello, pero este jueves, un juez federal de San Francisco decidió que estos despidos masivos eran probablemente ilegales. El magistrado ordenó a la Oficina de Gestión de Personal (OPM) que informara a determinadas agencias federales de que no tenía autoridad para ordenar los despidos. «La OPM no tiene autoridad alguna, en virtud de ningún estatuto en la historia del universo», para contratar o despedir a empleados que no sean los suyos propios, dijo el juez.
Los abogados del Gobierno federal coinciden en que esa oficina no tiene autoridad para contratar o despedir empleados en otras agencias. No deja de ser un respiro, tal vez sólo una pausa, para la coalición de sindicatos y organizaciones laborales que intenta detener el desmantelamiento masivo de la fuerza laboral federal por parte de la administración Trump, que la considera hinchada y descuidada.
La queja fue presentada por cinco sindicatos y cinco organizaciones sin ánimo de lucro. Es una «oleada de despidos masivos por motivos políticos, dirigidos a empleados no por su rendimiento, sino porque fueron contratados antes de que Trump asumiera el cargo», asegura el presidente de la Federación Estadounidense de Empleados de la Administración (AFGE), Everett Kelley. En su opinión, «se trata de destripar la Administración federal, silenciar a los trabajadores y forzar la sumisión de las agencias a una agenda radical que prioriza el amiguismo sobre la competencia».
Miles de trabajadores han sido despedidos mediante mensajes entregados a través de vídeos y llamadas en grupo, informa The Washington Post. A unos se les dijo que iban a ser despedidos con un correo electrónico, que nunca llegó y a otros se les dio 30 minutos para abandonar la oficina.
Sindicatos y organizaciones afirman en su demanda que numerosas agencias informaron a sus trabajadores de sus despidos con la orden de utilizar una plantilla de correo electrónico para informarles de que se debía a motivos de rendimiento.
¿Cuántos de los 200.000 han sido despedidos?
Los sindicatos han tenido suerte con este juez de San Francisco, pero no con uno de Washington, que denegó una moción para bloquear temporalmente los despidos, y otro de Massachusetts, que dijo que los sindicatos carecían de legitimación para impugnar una oferta de bajas incentivadas.
En EEUU hay 2,4 millones de trabajadores federales, sin contar correos y militares. De ese total, se estima que 200.000 están en periodo de prueba en todas las agencias estatales del país. Pero no se sabe con exactitud cuántos de ellos se acaban de ir al paro. Poco más del 7% de los empleados federales son menores de 30 años.
«La decisión de la Administración Trump de despedir a funcionarios que llevan menos de un año en el servicio es otra acción profundamente perjudicial», sostiene Max Stier, presidente y consejero delegado de Partnership for Public Service, una organización sin ánimo de lucro centrada en la mejora de la Administración. «En última instancia, será nuestro país el que pague un alto precio por este desmantelamiento arbitrario de la función pública», ha escrito Stier en un comunicado.
Los planes del hombre más rico del mundo
Pero el DOGE de Musk apunta ahora a los funcionarios de carrera. De momento, ha ofrecido indemnizaciones a empleados públicos para incentivar su renuncia, bajo la amenaza de un despido forzoso para quien no acepte. Además, Musk envió a los funcionarios un correo electrónico para que justificaran su puesto de trabajo. El martes, más de un millón de empleados federales ya habían enviado su «justificación».
El pasado 13 de febrero, el hombre más rico del mundo defendió la «eliminación de agencias enteras» de la Administración estadounidense. El vicepresidente en la sombra aseguró que «si no eliminamos las raíces de la maleza, entonces es fácil que la maleza vuelva a crecer».
Fue dos días después de Trump y Musk pusieran en marcha la primera oleada de despidos masivos de empleados federales, con la que pretenden acabar con más de dos millones de funcionarios. En el decreto del 13 de febrero se lee que el objetivo es reducir significativamente el tamaño de la Administración y limitar la contratación a puestos esenciales. Según su contenido, las agencias podrán contratar un empleado por cada cuatro que dejen sus departamentos (con excepciones para seguridad e inmigración).
Para llevar a cabo ese plan, el presidente de EEUU le ha dado a Musk nuevos poderes. Esta semana firmó una orden ejecutiva que otorga mayor autoridad al DOGE para supervisar más de cerca el gasto de las agencias federales. El texto instruye a las agencias a colaborar con el equipo de Musk para revisar contratos y subvenciones, con el objetivo de reducir, modificar o incluso cancelarlos.
Pero subimos el sueldo a los políticos del Congreso
Y sin embargo, aunque la justificación para acabar con los empleados públicos es el ahorro de dinero, el megamillonario sugiere ahora que habría que subir el sueldo a algunos políticos. «Podría tener sentido aumentar la remuneración de los miembros del Congreso y de los altos cargos del Gobierno para reducir la función de forzar la corrupción, ya que esta última podría ser hasta mil veces más cara para el público», ha escrito Musk en X. Los miembros del Congreso ganan actualmente unos 174.000 dólares al año.
El de Tesla o Space X dice esto pocos meses después de que ayudara a torpedear una medida del Gobierno (entonces todavía de Joe Biden) para aprobar un aumento de sueldo para los legisladores del Congreso. Iba a ser una subida del 3,8%, pero Musk se opuso al proyecto y éste fracasó en la Cámara de Representantes.