Los ingleses más glamurosos del mundo han cenado en el palacio de Buckingham con Carlos III, una amistad que data de hace tiempo y que obedecía a una cuestión protocolaria y de alta alcurnia: la visita del emir de Catar a la capital inglesa.
Esta visita ha estado revestida de toda la pompa imaginable. Desde la presencia de famosos de pedrigrí hasta la presencia de Kate Middleton, que aún se recupera de su tratamiento oncológico, en algunos de sus actos.
La cena de gala con que fueron obsequiados el jeque y la jequesa contó con la inesperada presencia de los Beckham, que acaban de cumplir 25 años de matrimonio y son padres de cuatro hijos.
También estuvieron presentes otros miembros de la realeza, como la princesa Ana -que estaba sentada en la mesa principal con los reyes y el heredero al trono-, así como el duque y la duquesa de Edimburgo y Gloucester.
Aunque la presencia más significativa fue la de Camila, que se recupera de una infección de pecho y que la obliga a limitar mucho sus actividades, en particular, en lugares abiertos.
Kate Middleton fue la gran ausente de este acto. Pese a que la princesa de Gales está regresando de forma gradual a sus deberes reales, todavía dedica todas sus fuerzas a recuperarse del cáncer al que se enfrenta desde hace casi un año. Será este 6 de diciembre cuando vuelva a dejarse ver en su servicio anual de villancicos en la Abadía de Westminster.
Esta velada será la última que se celebre en Buckingham hasta 2027, ya que se está enfrentando a una de las mayores remodelaciones de su historia. Todas las visitas de Estado, cenas de gala y otros actos se llevarán a cabo en el castillo de Windsor.