Publicado: mayo 10, 2025, 7:30 am
La Iglesia Católica está de celebración tras la elección de un nuevo pontífice. El cardenal Robert Francis Prevost fue el elegido en el Cónclave como máximo responsable. Bajo el nombre de León XIV inicia esta aventura como papa a sus 69 años. En sus primeras horas en el papado se escapó a la residencia donde vivía en el palacio del Santo Oficio y también ha dado su primera misa en la que ha instado a los religiosos a «caminar juntos» en un mundo dominado por la «tecnología, el éxito y el dinero».
A pesar de que ya ha quedado ha resulta una de las grandes incógnitas de la semana, son muchos a los que le ha surgido una duda durante estos días: ¿Por qué no hay papas mujeres? Existen algunas razones por las que este papel recae exclusivamente en los hombres.
El motivo por el que las mujeres no son papa
Uno de los principales motivos por lo que no existen mujeres papas es porque en el Código de Derecho Canónico, es decir, las leyes que se encargan de regular la Iglesia Católica, establece que uno de los requisitos para ostentar este puesto es ser varón. Cabe destacar que el procedimiento para escoger al nuevo representante es el mismo desde hace ocho siglos. Esto quiere decir que se siguen manteniendo normas como, por ejemplo, la de que solo voten cardenales menores de 80 años.
Además de ser varón, el nuevo pontífice tiene que ser sacerdote, un título que es inaccesible para las mujeres. Después, debe subir al rango de cardenal y, por último, obispo.
Los registros que demuestren que ninguna mujer ha ejercido este papel de suma pontificia. Sin embargo, sí que circula una leyenda que cuenta que una mujer, conocida como Juana, ocultó su sexo, viajó a Roma y allí ascendió por la jerarquía de la Iglesia para terminar siendo elegida como Papa entre 855 y 857.
En ese sentido, las mujeres han entrado en otros ámbitos de la Iglesia. Actualmente, el Consejo de la Economía del Vaticano está formado por seis cardenales y seis laicos. Es en este último grupo donde encontramos a cinco mujeres.
De la mano del Papa Francisco han llegado más avances en cuanto a igualdad. Por ejemplo, en 2022, después de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, Bergoglio consiguió que tanto laicos como mujeres pudieran dirigir un dicasterio y ser perfectas, es decir, ministras del Vaticano. Este era un puesto que antes estaba reservado solo para cardenales y arzobispos.