Publicado: enero 4, 2025, 5:15 am
El éxito de la segunda temporada de El juego del calamar está siendo rotundo. Y con él, Lee Jung-jae, el protagonista de la historia, revalida su título como uno de los actores surcoreanos más conocidos en el panorama internacional.
Aunque ya era conocido en su país por su extensa carrera profesional, ha sido con la serie de Netflix que su fama ha alcanzado todo el mundo. Y, si bien en la serie interpreta a un padre divorciado con adicción al juego que necesita ganar un concurso mortal para llevarse el precio en efectivo, en la vida real, el actor se encuentra muy lejos de su personaje.
Ni hija ni penurias económicas. Jung-jae puede presumir de su exitosa carrera como intérprete, pero también de la suerte que ha tenido en su vida amorosa.
Su pareja Lim Sae-ryung, es vicepresidenta de Daesang Group, un conglomerado de empresas familiar (lo que se conoce como chaebol) y la convierte en parte de la élite económica de Corea del Sur.
Por tanto, al estar con la hija de una de las familias más poderosas de Corea del Sur, Jung-jae y Sae-ryung son una de las power couple del país. Sin embargo, si algo caracteriza su historia de amor de varios años es que la han mantenido en la más absoluta discreción.
Los medios no se ponen de acuerdo acerca de si comenzaron a salir en 2009 o en 2010, aunque no sería hasta 2015 que confirmaron su relación, desde ese año se les ha visto en ocasiones puntuales.
Concretamente en 2021, en la LACMA Art and Film Gala, y en 2022 cuando Sae-ryung le acompañó a los premios Emmy y vio a Jung-jae recibir un galardón a mejor actor, una significativa manera de apoyar su trayectoria profesional al compartir con él ese momento.
Aun habiendo sido dos eventos muy relevantes, en el perfil de Instagram del protagonista de El juego del calamar, el secretismo es absoluto. Jung-jae prefiere mantener su vida privada lejos de las redes sociales y de los focos.
No solo se debería a su deseo de mantener su relación en la intimidad, como muchas celebridades (Ryan Reynolds y Blake Lively o Penelope Cruz y Javier Bardem, por ejemplo), sino que este perfil bajo iría muy en la línea por el hecho de que su pareja sea chaebol.
Relaciones en la élite
Y es que para los chaebol como la familia de su pareja, las relaciones sentimentales no se guían por los sentimientos, sino por la formación de alianzas estratégicas. De hecho, antes de su relación con el protagonista de El juego del calamar, Sae-ryung estuvo casada previamente con el presidente de Samsung Electronics, con quien tuvo dos hijos.
Esto de utilizar los vínculos sentimentales como una rama más del negocio es algo que sirve para aumentar la riqueza, la influencia y el prestigio, lo que significa que la opinión de la familia es algo que se tiene muy en cuenta.
Tradicionalmente, son los padres quienes tienen mayor peso a la hora de tomar las decisiones sobre educación, relaciones y matrimonio, sin embargo, tras la separación de Sae-ryung, es probable que quisiera tener una vida sentimental donde primara el amor y de ahí su relación con el actor.
Teniendo en cuenta que las expectativas sociales de los chaebol son muy estrictas para mantener la intachable imagen pública de la familia, lo más probable es que la relación del actor y la empresaria no fuera vista en un primer momento con buenos ojos.
Sin embargo, Sae-ryung rompió con la menor libertad de elegir pareja y optó por seguir el corazón, una decisión que habría llevado a Jung-jae a proteger aún más a su pareja (y por extensión su familia política) de los focos.
Además del secretismo que rodea su relación, Jung-jae también se ha encargado de que en estos más de 10 años no se vea perjudicada la buena imagen de ambos manteniéndose lejos de controversias para proteger la reputación de la familia.
Así que no deja de ser irónico que, en contraposición a su personaje en El Juego del Calamar, Lee Jung-jae, disfruta de una vida de estabilidad económica, pero con una serie de limitaciones.
Y es que al vincularse con un miembro de una de las familias más poderosas de Corea del Sur lleva sobre sus hombros el peso cultural y social de vincularse a una chaebol. Por eso la suya es una compleja historia de amor que incluye expectativas sociales y dinámicas culturales que bien podría dar para una serie tan interesante como la que interpreta.
