Publicado: octubre 1, 2025, 2:00 am
El gobierno insiste en los aciertos de su política económica: proyecciones de crecimiento que ascienden, fortalecimiento del bienestar, pobreza en descenso, etc. No obstante, la mayoría de los datos oficiales indican que la economía no va por buen camino. A continuación, se señalan algunas cifras en forma de “sube y baja” que lo demuestra claramente.
El crecimiento de la economía ha sido muy bajo: 0.9% anual en el primer semestre, el menor de las dos últimas décadas salvo por 2009, 2019 (año 1 de AMLO) y 2020 (Covid).
Lo único que creció significativamente fueron las exportaciones (12.8%), producto de la demanda del exterior.
El consumo privado cayó 0.5% (el público aumentó,1.1%). Lo más preocupante es la reducción de la inversión: -4.4% la privada y -22% la pública. Las importaciones se elevaron 0.25%.
Los indicadores de crecimiento y consumo mensuales continuaron disminuyendo en conjunto posteriormente: el IGAE -1.2% anual en julio y el consumo privado -0.7%.
1. El ritmo de la ocupación laboral es lento y su composición preocupante. Cifras de la ENOE (ocupación empleada, formal e informal) muestran un aumento de 475 mil ocupados en julio respecto a un año antes, como resultado de 1.233 millones más de informales y de 757 mil menos trabajadores formales.
2. El empleo formal del IMSS está prácticamente estancado. En agosto pasado se incrementó en 65 mil plazas anualmente, aunque ello incluye la afiliación de 1.2 millones de trabajadores de plataforma que ya trabajaban. Sin ese evento, artificial estadísticamente, hubo una pérdida de empleo formal (IMSS) mayor a un millón. Como comparación, considérese la creación de empleo anual promedio de 2013 a 2018, +670 mil, y de 2019 a 2024, +468 mil.
El número de empleadores o patrones también bajó, en 27 mil; el 81% de ellos fueron los más pequeños, de hasta 5 asegurados. Sólo aumentaron los de más de 500.
3. La confianza empresarial refleja pesimismo. En la encuesta del INEGI de agosto, los sectores construcción, manufacturas, y comercio muestran su principal deterioro en el factor momento adecuado para invertir. El sector servicios señala antes a la situación económica del país, como su principal preocupación.
4. Al mes de julio, las finanzas públicas muestran problemas, con una fuerte caída anual del gasto programable real, (-7.8%, después del abultado gasto de 2024), con un ligero incremento del gasto corriente, 0.3%, y una reducción pronunciada de la inversión física pública, -36%.
La inversión de la federación no es lo único que cae. El gasto (funcional) en seguridad pública continúa su caída de años, -12%. En salud, la reducción es de 5.8%. En educación aumentó 1.9%, cifra que seguramente se vuelve negativa si se extraen las becas que funcionan más bien como transferencias en efectivo. En cambio, el gasto en protección social, reparto de efectivo, aumentó 5.1%, o más si se añaden las becas al resto de los programas del bienestar.
Prospectivamente, la política económica del gobierno es mayoritariamente inercial. Más de lo mismo. Sin consolidación fiscal, más deuda, descuido de la generación de capacidades y capital humano e infraestructura básica, mayor costo laboral (formal), etc., todo a fin de privilegiar los programas sociales con clara rentabilidad electoral.