Había debutado como actriz con pequeños papeles para la televisión a mediados de la década de los noventa y, además de ser actriz de doblaje para algunos videojuegos, Perrette pareció encontrar rápido un sitio cómodo para ella en la parrilla de la televisión.
Tardó muy poco tiempo en dar con un papel que la haría tremendamente popular: el de Abby Sciuto en NCIS: Investigación criminal.
La producción tuvo un éxito arrollador y la actriz mantuvo su papel en ella durante nada menos que quince años y quince temporadas, de las veintidós que lleva ya la serie, manteniendo también una estética rayana en lo gótico que caracterizó a su personaje durante todo ese tiempo.
Cuando abandonó la serie, internet se llenó de rumores acerca de lo que podía haber sucedido y publicando hipótesis sobre la actriz que, finalmente, resultaron no ser ciertas. Finalmente, ella misma habló sobre lo que había pasado en su cuenta de Twitter, hablando sobre las múltiples agresiones sufridas por Perrette en el set de rodaje que, más tarde, serían confirmadas por la CBS, a quien la actriz dio las gracias por su apoyo.
Tras dejar NCIS en 2018, después de quince años, protagonizó Broke, una comedia que no tuvo mayor repercusión y que se cerró tras una sola temporada, en 2020. Tras ello, Perrette abandonó la interpretación.
No fue hasta septiembre de 2022 cuando explicó lo sucedido, y es que, tal como ella contó en sus redes sociales, había sufrido un derrame cerebral que la afectó gravemente y que la hizo reordenar sus prioridades. En un vídeo que publicó en su cuenta de Twitter lo contaba así:
«Es 9/2. Hace un año tuve un derrame cerebral. Antes de eso, perdí a tantos queridos familiares y amigos. Y papi. Y después el primo Wayne. Sigo siendo una superviviente después de esta vida traumática que se me ha dado… Y todavía agradecida, todavía llena de fe, ¡Y TODAVÍA AQUÍ!»
Se preguntaba en el vídeo «cuántas veces había burlado a la muerte», y contaba todo aquello a lo que había sobrevivido: además del derrame, sufrió violencia doméstica, fue violada y en una ocasión la asaltaron y agredieron gravemente. Además, una reacción alérgica a un tinte la tuvo, contaba, al borde de la muerte.
«He pasado por muchas cosas en los últimos dos años —terminaba—. Cosas más difíciles que un derrame cerebral. Pero todavía estoy aquí. Y todavía estoy agradecida. Gracias a aquellos de vosotros que sois mis amigos».
En una cuenta de Instagram que con un solo vistazo se muestra irreverente y fuera de cánones, Perrette aparece con el pelo amarillo de puntas arcoíris y sin una gota de maquillaje ni filtros, luciendo un «bye» tatuado en su mano izquierda y, hasta hace poco, haciendo campaña por Harris para las elecciones de los EE. UU.
Todavía retirada y sin aparente intención de regresar, mantiene un perfil en la web de Cameo para enviar mensajes personalizados.