Publicado: febrero 23, 2025, 12:20 pm
Las elecciones en Alemania dan inicio a una nueva era política en el país y esa época volverá a estar marcada por los pactos. En realidad, esta vez parece que habrá dos grandes opciones en función de lo que dicen los sondeos: una gran coalición entre la CDU y el SPD, primera y tercera fuerza. O bien ambos junto a los Verdes, que quedarían en cuarta posición pero podrían reforzar el futuro acuerdo de Gobierno en caso de que hiciera falta.
La clave para saber si los ecologistas son necesarios o no pasa por conocer si los liberales del FDP y la izquierda radical de BSW entran en el Bundestag. De hacerlo, todo se comprimiría más y harían falta acuerdos más amplios.
Lo que sí queda claro es que la AfD no le sirve su mejor resultado histórico (20%) y ser segunda fuerza para entrar en el nuevo Ejecutivo germano, pues el líder de la CDU, Friedrich Merz, ya ha dejado claro que mantendrá el ‘cordón sanitario’ contra la derecha radical, que se quedaría en ese escenario, eso sí, como la principal fuerza de oposición.
Hasta ahora Alemania ha sido un país basada en acuerdos de gobierno estables, salvo en esta última legislatura. La fórmula tripartita entre socialdemócratas, verdes y liberales se convirtió en una amalgama inestable y provocó de hecho el adelanto electoral. Antes de Olaf Scholz, Angela Merkel gobernó durante 16 años en todo momento en ‘conjunto’: de 2005 a 2009 lo hizo en gran coalición con los socialdemócratas, entre 2009 y 2013 con un acuerdo a dos con los liberales y a partir de 2013 de nuevo con el SPD.
El predecesor de Merkel fue Gerhard Schröder, y el socialista tuvo dos Ejecutivos distintos pero ambos en coalición con los ecologistas. La realidad es que en democracia, desde Konrad Adenauer, todos los gabinetes han sido ‘multicolor’. La clave no está tanto, visto lo visto, para Alemania en que se tenga que formar una nueva coalición o no, sino en cómo se puede armar el nuevo Gobierno. El país de la ortodoxia política ya ha entrado en el grupo de quienes se han encontrado la división y los acuerdos quizá más endebles.