Publicado: agosto 19, 2025, 12:00 am
Proveedores y acreedores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se reunieron esta tarde en la Ciudad de México para discutir la manera de responder en conjunto a los adeudos de esa estatal eléctrica y también para analizar propuestas que aumenten la conectividad de Internet, a través de nuevas formas de aprovechar la infraestructura pasiva como las torres de telecomunicación.
Entre el abanico de propuestas, los empresarios plantearon además la posibilidad de proponer al gobierno federal que despliegue un programa que subsidie a los mexicanos de escasos recursos y que sean ellos mismos los que elijan a su proveedor de servicios móviles dentro de una canasta de marcas con distintas propuestas de valor.
Este grupo de empresas son proveedores y acreedores que tiempo atrás había sido convocado junto a otras compañías por la CFE para desarrollar infraestructura de telecomunicaciones en distintas regiones de la República, sobre todo en materia celular.
En la reunión estuvieron presentes los líderes de la Asociación Mexicana de Operadores Móviles Virtuales (Amonvac), también de la Asociación de Telecomunicaciones Independientes de México (ATIM); de la Asociación Nacional de Proveedores de Internet Inalámbrico (Wisp Mx) y representantes de cinco empresas torreras, quienes aspiran a hacer equipo con el Estado para generar conectividad en zonas remotas.
Sólo las compañías que estuvieron presentes de manera física en la reunión cuentan con un portafolio de 3,000 torres por toda la República y otros cientos de kilómetros de redes cableadas con fibra en zonas de difícil acceso, pues después de todo ese nicho de mercado es su objeto de negocio.
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Fuentes con conocimiento del asunto refirieron que a la reunión también se presentó una persona enviada por el gobierno de México, quien espera ser ratificada en su encargo, para manifestar la disposición de las nuevas autoridades regulatorias de escuchar las propuestas de estos empresarios en el empuje de la conectividad en zonas desatendidas.
Esto significaría que desde los niveles más altos del poder en México habría animo de escuchar a este tipo de empresarios.
“Esperamos poder trabajar en conjunto con organismos como la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, el Promtel y la nueva Comisión Reguladora de Telecomunicaciones”, dijo uno de los participantes a la reunión.
Las empresas torreras refirieron que el Estado, del que hace parte la CFE, recién comenzó a abonar los adeudos, con lo que éstas y otras compañías de la cadena de valor estarían pronto en mejor situación para mantener en operación la infraestructura contratada por CFE, pero que en el día a día utiliza más la empresa público-privada Altán Redes para sus servicios celulares; y ellos luego de que se denunciara que la CFE se había retrasado en abonar sus adeudos.
En el encuentro hubo mucho ahínco en el planteamiento de propuestas como el hecho de “fibrar” torres e instalar allí antenas desde donde los proveedores Wisp difundan sus servicios, una manera también de hacer más rentable a las infraestructuras de las compañías torreras, pues a la fecha sólo B son quienes usan esas estructuras para servicios celulares y no está claro si por el estado de la economía y por el propio contexto de ese sector habrá más clientes de ese tipo que moneticen equipos así.
Pero muy interesante también fue la valoración de la propuesta respecto a que el Estado subsidie a los consumidores y éstos acudan a elegir un proveedor de servicios móviles con valor agregado, como ocurrió años atrás en Estados Unidos con el programa LifeLine y donde el operador móvil virtual TracFone de América Móvil creció casi desproporcionadamente hasta contar con 24 millones de consumidores y convertirse así en uno de los más grandes del mundo en su tipo, hasta que fe vendido a Verizon.
El programa consistía en que el Estado subsidiaba con 9.2 dólares mensuales al consumidor, quien debía optar por un servicio de telefonía e Internet, y donde la propuesta de valor de TracFone resultaba atractiva frente a otras marcas.
“En vez de que CFE desequilibre el negocio con regalar chips y se retrase en pagar a los proveedores, mejor que subsidie a los más desconectados y nos ponga a competir a nosotros entre nosotros, que vamos a tratar de lo mejor al consumidor para que nos vuelva a elegir al otro año, pues esa es nuestra misión: conectar y la de CFE, de apoyar; aparte, ya tenemos derecho también para usar su marca”, dijo vía telefónica una de las participantes en la reunión.
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El Estado no pareciera ser un buen operador de telecomunicaciones y por ello los privados buscan otras soluciones para llevar conectividad a los desatendidos, sea como el ejemplo de LifeLine u otras maneras, pues, de acuerdo con estimaciones de la firma Global Data, CFE, en su vertical de telecomunicaciones CFE Telecom cerró el año 2024 con 2.99 millones de accesos; con 2.78 millones en el primer trimestre de 2025 y 2.45 millones en el segundo trimestre, lo que hace valorar a Global Data que el año 2025 cerrará con 1.95 millones de accesos para CFE, un dato que abonaría al peso de los argumentos de los operadores privados sobre el andar de CFE como operador.
En la reunión también fue recurrente el histórico problema de que los estados y municipios cobran impuestos locales y de manera desproporcionada. Una de las fuentes dijo que en Santiago Astata, Oaxaca, el gobierno municipal cobra 150,000 pesos anuales por cada torre que se instala y “eso es una locura” para un mercado de ese tamaño, pues, a modo de muestra, en la Ciudad de México existen torres o mástiles en azoteas que cuyos propietarios cobran 20,000 pesos por mes.
“Históricamente, el día de hoy se reunieron los representantes de los pequeños operadores con cinco torreras, para generar una agenda de trabajo compartida que permita entre otros puntos: mejores condiciones para despliegue de red, conectividad de mejor calidad y un cierre de la brecha digital conjunto”, dijo la fuente a este medio.