Publicado: octubre 28, 2025, 3:00 pm

La ONG venezolana Comité por la Libertad de los Presos Políticos (CLIPP) se solidarizó este martes con el cardenal Baltazar Porras, quien denunció que no pudo llegar a la localidad de Isnotú (estado Trujillo, oeste) por impedimentos, donde se festejaba la canonización y la víspera del natalicio del primer santo de Venezuela, José Gregorio Hernández.
«Rechazamos categóricamente cualquier acto, lenguaje o campaña que, mediante discursos soeces o descalificaciones, pretenda mancillar la autoridad espiritual y moral del cardenal Baltazar Porras y de la Iglesia venezolana», expresó la organización en un comunicado, compartido en su cuenta de X.
El sábado, Porras aseguró que a él y a las otras personas con las que se encontraba se les impidió dirigirse a Isnotú, por tierra, desde un aeropuerto en el estado Lara (oeste, cercano a Trujillo), en el que, dijo, estuvieron «rodeados de una cantidad de militares armados hasta los dientes».
En un video, Porras, quien iba en un vuelo privado, explicó que aterrizaron en Lara luego de que los pilotos recibieran la instrucción de «hacer escala» en esa región porque, supuestamente, estaba cerrado el aeropuerto en Trujillo.
Sin embargo, prosiguió, luego recibieron una «información directa de que el aeropuerto» en Trujillo «no estaba cerrado y que seguían llegando diferentes vuelos».
A juicio del CLIPP, «estos ataques no solo son injustificados, sino profundamente irrespetuosos con una institución que ha sido voz de consuelo, acompañamiento y verdad en medio del sufrimiento del pueblo venezolano».
Para la ONG, «la Iglesia ha sido coherente», ya que, subrayó, en su momento «protegió la vida» del presidente fallecido Hugo Chávez (1999-2013) «cuando lo necesitó» y «hoy alza su voz por cientos de venezolanos injustamente detenidos, desaparecidos, aislados o torturados».
El pasado 18 de octubre, Porras afirmó desde Roma, en la víspera de la canonización de Hernández, que la situación en Venezuela es «moralmente inaceptable» y mencionó que «la merma del ejercicio de la libertad ciudadana, el crecimiento de la pobreza» y «la militarización como forma de gobierno», entre otros, «configuran un panorama que no ayuda a la convivencia pacífica». EFE
