Publicado: diciembre 11, 2025, 6:30 pm
El olivo de los Hamada sigue en pie en medio de una casa de Beit Jinn, bombardeada dos veces en los últimos diez años. El árbol, casi centenario, es pura vida en un patio rodeado de dos edificios arrasados, uno por un barril bomba lanzado por el Ejército sirio y otro por un cohete del Ejército israelí , hace dos semanas. «Quieren echarnos de aquí para quedarse con nuestra tierra y expandir Israel, pero no nos iremos», dice Fátima Deeb , abuela de la casa, quien abrazó a sus nietos en la noche del ataque y se refugiaron en el corral con las cabras. Tiene 76 años y repite una y otra vez que «es muy difícil tener como vecino… Ver Más
