Publicado: septiembre 28, 2025, 4:30 am
Netanyahu ha evitado volar sobre España en su viaje a Estados Unidos aunque ha tenido que hacer 600 kilómetros más. Tendría miedo de que Sánchez, como está tan lanzado, ordenara aterrizar el avión ya que sobre el presidente de Israel pesa una orden de detención internacional. Mejor hacer 600 kilómetros extra.
Trump ha dicho que no consentirá la anexión de Cisjordania, un vuelco notable, aunque nadie hace caso a sus bravatas y faroles. Netanyahu habló en la ONU ante una mayoría de sillas vacías. La ONU, organismo tan esencial como denostado en su 80 aniversario.
El mundo está girando en lo de Gaza, Italia manda también una fragata a apoyar a la flotilla, que ya es un símbolo inapelable. El cambio de actitud de Trump, aunque sea efímero y falso, es otro indicio de este vuelco mundial respecto a la masacre. Pero lo definitivo es que Microsoft ha retirado parte de sus recursos por entender que Israel lo usa para espiar a población civil de Gaza, noticia que partió de The Guardian. Microsoft es la médula de más de medio mundo, y se ha visto sido obligado a prorrogar un año el abuso de saltar a Windows 11 en Europa.
Putin sigue lanzando drones, aviones, hackers y toda clase de insidias y operaciones de guerrilla contra Europa: va a conseguir que vuelva a funcionar la OTAN, que estaba dormida y tal vez obsoleta o, como avanzó Macron en noviembre de 2019, «en muerte cerebral» (y faltaban dos años y pico para que Putin invadiera Ucrania en febrero del 2022, Macron hablaba del Estado Islámico, pero ya estaba Trump en su primer mandato). Los que saben luchar ahora en esta guerra de drones son los ucranianos: deberían impartir clases de autodefensa a la Unión Europea y a la OTAN.
La respuesta de estos entes amuermados frente a las incursiones de Rusia se plasma en un proyecto de detección temprana que ha sido bautizado ‘Muro de drones’: es una metáfora poco apropiada. Los muros no funcionan, la referencia es el muro de Berlín, que cayó en el 89. El muro es una medida defensiva estática, puro miedo. Como las infinitas murallas chinas o los muros actuales.
El primer fallo de un organismo, y más en el ambiente bélico, es no tener poetas de guardia. También se puede llamar departamento de marketing. Tanto si se lanza un producto como una campaña bélica, hay que acertar con el nombre. Putin llamó a la invasión de Ucrania ‘Operación militar especial’, que no significa nada y es puro fake o disimulo.
Ya vemos que de especial no tenía nada puesto que sigue aguijoneando a Europa y ya antes había invadido Georgia, Crimea, etcétera. El nombre puede no ser decisivo pero es importante. El nombre ‘operación militar especial’ sugiere algo rápido, como blitzkrieg o guerra relámpago, no una campaña que se empantana y dura casi cuatro años.
Ante una guerra híbrida como la que desata Putin, ataque de guerrillas en todos los ámbitos, oponer un muro es un error de concepto. Designar como ‘muro’ a la acción ante estos ataques tan variados refleja la ineptitud y la falta de entrenamiento de OTAN y UE, que se perciben como burocracia, pereza y comodidad. Ya van a reunirse pronto, a lo largo de octubre, etcétera.
¿Cuántos golpes más hacen falta para que Unión Europea avance hacia una auténtica unión?
