Publicado: marzo 18, 2025, 3:30 pm
El actor y humorista argentino Antonio Gasalla ha muerto a los 84 años en la ciudad de Buenos Aires. La noticia fue confirmada por el productor teatral Carlos Rottemberg a través de sus redes sociales. Gasalla ha muerto en una clínica, donde era atendido de una larga y dolorosa enfermedad.
Todos los medios argentinos se han hecho eco de esta desaparición, a pesar de que su deteriorado estado de salud y de la demencia senil que padecía, hacían prever el peor de las noticias.
Su partida, señala la prensa argentina, deja un vacío imposible de llenar en el mundo del espectáculo, pero también en la memoria colectiva de un país que creció con sus memorables personajes.
Para millones de argentinos, Gasalla no era solo un actor. Era el hombre que, con una peluca se convertía en Mamá Cora, la abuela desquiciada de Esperando la carroza (1985), inmortalizando frases que hoy son parte del ADN cultural del país.
Fue también La Empleada Pública, una mujer resignada que se enfrentaba la burocracia con una mezcla de ironía y hartazgo. Soledad Solari, la diva decadente. La Abuela, que en los años 90 y 2000 enloquecía a los invitados en los programas de Susana Giménez con preguntas incómodas y comentarios filosos.
Autoridades políticas y muchos amigos lamentan esta pérdida para la cultura y el humor argentinos. Dicen que su estilo era un bisturí afilado, capaz de diseccionar la hipocresía con precisión quirúrgica. Nunca necesitó recurrir a lo fácil. Hacía reír y, al mismo tiempo, obligaba a pensar.