Publicado: agosto 12, 2025, 8:30 am
Álvaro Morata, a falta de la comunicación oficial, se ha convertido este martes en nuevo jugador del Como italiano , conjunto en el que estará a las órdenes de Cesc Fábregas y al que llega cedido con compra obligatoria procedente del Milan. Una operación que ha sido posible después de que el internacional español se desvinculara el Galatasaray turco , donde estaba cedido y con el tenía contrato hasta el mes de diciembre. Morata fue cedido al Galatasaray en el pasado mercado de invierno por el Milan, que incluyó una opción de compra obligatoria para el club turco, aunque finalmente el equipo de Estambul ha ‘cedido’ para que el jugador pueda regresar a la Serie A, como era su deseo. El Como se convierte en el cuarto equipo en un año para Morata, que se despidió del Atlético de Madrid el pasado verano para enrolarse en Milan, donde estuvo media temporada. Tras la cesión al Galatasaray, ahora regresa a Italia. Los últimos años de Morata en el fútbol se han convertido en una especie de viaje permanente. Tras su estancia en la Juventus, el delantero regresó en la temporada 2022-2023 al Atlético, equipo en el que ya había vivido una primera etapa. Idilio con los rojiblancos al que puso fin en el verano de 2024 para poner rumbo al Milan a cambio de 13 millones de euros. Con los milanistas disputó 25 partidos, marcando seis goles y dos asistencias, antes de volver a hacer las maletas para salir cedido, en el pasado mercado invernal al Galatasaray. Seis meses en Italia en los que consiguió ganar la Supercopa frente al eterno rival, el Inter. Durante sus meses en Turquía, de febrero a mayo de este año, Morata marcó 7 goles y dio 3 asistencias en 16 partidos, conquistado el título de liga con el conjunto de Estambul, del que se ha despedido este martes lanzando unas palabras envenenadas en las que ha revelado las dificultades vividas durante su «experiencia» en el club otomano. «Hubo momentos en los que no se cumplió la palabra dada ni se respetaron los valores fundamentales. Hasta el final, no se cumplieron los compromisos adquiridos, hasta el punto de que no me quedó más remedio que renunciar a parte de mi salario y otros derechos contractuales que ya había ganado con mi trabajo», ha afirmado en una carta de despedida en referencia a las trabas que le ha puesto el Galatasaray para abandonar la entidad. «Para mí, en la vida y en el trabajo, hay principios que nunca deben romperse, como el respeto a los derechos de cada persona. No reconocer y compensar lo que se ha ganado es, para mí, inaceptable y contrario a los valores de equidad y profesionalidad en los que creo», agregó.