Publicado: septiembre 23, 2025, 12:30 am
Más de cinco millones de personas en España conviven con la migraña, una enfermedad neurológica compleja, frecuente y profundamente incapacitante¹. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica entre las principales causas de discapacidad a nivel global². Sin embargo, continúa siendo ampliamente incomprendida, banalizada o subestimada , tanto en la sociedad como, a veces, incluso en el entorno médico. La migraña es un trastorno neurológico que se manifiesta con crisis episódicas —o, en su forma crónica, casi continuas— de dolor intenso, a menudo acompañado de náuseas, vómitos, hipersensibilidad a la luz y al sonido, y una profunda incapacidad para seguir con la vida diaria³. De acuerdo con la Sociedad Española de NeurologÃa (SEN), aunque puede afectar a personas de todas las edades, su prevalencia es especialmente alta en mujeres jóvenes. El doctor Jesús Porta , presidente de la SEN y jefe de Servicio en la Fundación Jiménez DÃaz, recuerda que es crucial entender la complejidad de esta patologÃa: «La migraña es un proceso neurovascular donde existe una activación del trigémino, una liberación de sustancias inflamatorias en las meninges y una alteración de neurotransmisores como la serotonina. No es solo un dolor de cabeza; es un fenómeno biológico con muchos matices y mucha carga para el paciente». Vivir con migraña significa vivir con incertidumbre: no saber cuándo llegará el siguiente ataque, cuánto durará o qué consecuencias tendrá. Esta falta de control tiene un profundo efecto emocional. Asà lo explica la doctora Marina DÃaz Marsá , presidenta de la Sociedad Española de PsiquiatrÃa y jefe de Sección de Unidades Especiales del Hospital ClÃnico San Carlos: «La migraña tiene un importante impacto en la salud mental de las personas que la padecen, porque es un dolor crónico, muchas veces imprevisible , que los pacientes viven con mucha frustración». Según la especialista, «hasta un 90% de quienes sufren migraña experimentan malestar emocional significativo , que se traduce en sÃntomas de ansiedad, depresión, alteraciones del sueño, sentimientos de culpa, impotencia o frustración». Además, «existe una relación muy estrecha y bidireccional entre la migraña y los trastornos de ansiedad y depresión », afirma DÃaz Marsá. «Hasta el 60% de los pacientes con migraña tienen un trastorno de ansiedad, y el riesgo de depresión se multiplica por dos o incluso por cinco respecto a la población general». Este vÃnculo no es solo psicológico. Ambos trastornos comparten mecanismos neurobiológicos , como alteraciones en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. «En la migraña lo que se inflaman realmente son las meninges, que son las cubiertas del cerebro y los vasos que están dentro del cráneo, por la liberación de una serie de péptidos», explica Porta. «Esas sustancias que se liberan en el cerebro también producen depresión, de tal manera que es posible que unos niveles altos del péptido CGRP producidos por una migraña crónica facilitan que esa persona tenga el ánimo bajo; es decir, tenemos una relación genética pero también fisiopatológica ». Las consecuencias de esta enfermedad no se limitan al plano médico o psicológico: la vida social, familiar y laboral del paciente también se ve alterada. «El paciente vive en alerta constante , en un estado de hipervigilancia, con la angustia de pensar que en cualquier situación social, familiar o laboral se puede desencadenar una crisis con las consecuencias que ello conlleva», señala la Dra. DÃaz Marsá. «Ese estado de tensión mantenido en el tiempo puede culminar en un cuadro depresivo. El miedo a decepcionar, a cancelar planes o a no rendir en el trabajo refuerza la sensación de soledad y culpa». «En el entorno muchas veces no se entiende bien lo que les pasa, y estos pacientes progresivamente se van quedando más solos, más aislados», añade la psiquiatra. En el hogar, las crisis pueden generar tensiones, al impedir a la persona afectada cumplir con sus responsabilidades . En el trabajo, la enfermedad se vive con miedo a bajas laborales, pérdida de empleo o estancamiento profesional. «Es fundamental transmitir a las personas del ámbito laboral la importancia de la migraña», subraya el doctor Porta. «Incluso que se habiliten espacios en los centros de trabajo con pocos estÃmulos auditivos o visuales, que en el caso de una crisis de migraña les permita descansar y, después de tomarse la medicación, recuperar el trabajo». Frente a este panorama, la red de apoyo —ya sea profesional, familiar o social— es esencial. El Dr. Porta subraya el papel del médico en este proceso: «Es muy importante escuchar al paciente. A veces llegan desesperados, incomprendidos, frustrados . Saber que tienen una enfermedad que no es imaginaria, sino biológica, ayuda a reducir la carga emocional». DÃaz Marsá también insiste en el valor de la educación tanto para los pacientes como para sus familias: «Es fundamental que entiendan que la depresión o la ansiedad están asociadas a la migraña », indica. «Y luego, que ayuden a facilitar su vida social, porque muchas de estas personas tienen aislamiento por el medio de las crisis, hay que facilitarles estrategias y herramientas para poder abordar esas situaciones sociales y en el ámbito laboral». Además, propone crear grupos de apoyo y facilitar la vida social y laboral de quienes viven con migraña: desde enseñar estrategias para manejar situaciones sociales sin miedo, hasta adaptar entornos de trabajo que comprendan la realidad de la enfermedad. En la última década, el tratamiento de la migraña ha dado pasos importantes . Sin embargo, como reconoce Porta, todavÃa hay retos importantes por delante: «Tenemos más herramientas que nunca, pero debemos garantizar que lleguen a todos los pacientes que las necesitan, y que se usen correctamente, desde Atención Primaria hasta los hospitales de referencia». Los avances no solo se tratan de nuevos tratamiento farmacológicos, sino también de enfoques más integrales , que aborden la migraña desde lo neurológico, lo emocional y lo social. «Hay que individualizar el tratamiento, entender qué factores precipitan la migraña en cada persona, y acompañar desde lo farmacológico y lo psicoterapéutico. No es una única solución para todos», concluye DÃaz Marsá. La migraña sigue siendo, para muchos, una enfermedad invisible . Pero quienes la padecen no son invisibles. Necesitan comprensión, investigación, apoyo institucional y herramientas médicas eficaces. Dar visibilidad a esta realidad —desde la ciencia y desde la empatÃa— es un primer paso hacia una sociedad que cuide mejor a quienes conviven con una dolencia que, aunque silenciosa, grita cada dÃa en la vida de millones de personas. Referencias: 1. La migraña afecta en España a más de 5 millones de personas. Disponible aquà . Última consulta 23/07/2025. 2. ¿Qué carga suponen las cefaleas? Disponible aquÃ. Última consulta 23/07/2025. 3. Migraña: no sólo un fuerte dolor de cabeza. Disponible aquà . Última consulta 23/07/2025