Las décadas de los ochenta y los noventa del siglo pasado fueron la época de esplendor del cine de acción y las artes marciales. Títulos como Rambo, Desafío total o Contacto sangriento copaban las carteleras y parecían tener un público tan fiel como aparentemente infinito.
En pleno boom del género, apareció en escena El guerrero americano (American Ninja) que, estrenada en 1985, contaba la historia de un reo que permutaba la prisión por el alistamiento en las Fuerzas Especiales y era enviado a una base norteamericana en Filipinas. Allí, se encontraba envuelto en una emboscada de un grupo paramilitar que traficaba con armas, y de lo que se libraba gracias a su dominio de las artes marciales.
El actor elegido para encarnar a Joe Armstrong era un nombre mucho menos conocido que Stallone o Schwarzenegger, pero que cumplió tan sobradamente bien con su papel que contaron con él en tres de las cuatro secuelas que se hicieron de la cinta. Se trataba de Michael Dudikoff, y tenía 31 años cuando la película fue estrenada.
Pasado 1990, sin embargo, y después de protagonizar la cuarta entrega de American Ninja, su popularidad fue en descenso y sus películas fueron acumulando fracasos de crítica y de taquilla, permanentemente encasillado en su papel de experto en artes marciales (especialmente jiu-jitsu brasileño).
Después del año 2000 estuvo durante más de una década retirado de la pantalla, y cuando regresó lo hizo para proyectos independientes y de serie B con muy poco público.
Nacido en octubre de 1954, luce en la actualidad 70 años y, aunque hace ya un par de años de su último papel, en sus redes sociales se sigue presentando como actor, además de «padre de familia» (family man).
En 2004 se casó con Belle (Dudikoff), con quien tiene un hijo, Joseph Stephen Michael III, y una hija, Nancy, de quienes presume con mucha frecuencia en su cuenta de Instagram donde, también, podemos ver que el actor, camino ya de cumplir 71 años, está exactamente igual que siempre.