Aunque todos los escenarios dentro de la familia eran posibles, la policía noruega ha rechazado que la princesa Mette-Marit tenga que testificar en la investigación que se está llevando sobre Marius Borg, acusado, entre otras cosas, de agresión sexual.
El abogado defensor de una de las víctimas, Julianne Snekkestad, pidió a la Policía que la heredera fuera interrogada en relación con este caso, pero esa petición se ha desestimado. La Fiscalía considera, a la luz de las investigaciones, que no existe tal imperativo.
Como madre, la princesa Mette-Marit no tiene la obligación de dar explicaciones. Además, se ha señalado que el caso está siendo analizado lo suficiente para dirimir la cuestión del procesamiento. Los agentes ya han tomado declaración a 14 testigos y han realizado interrogatorios a la víctima y al acusado.
Para la Fiscalía, «la víctima ha contribuido a la investigación con su declaración y cualquier observación adicional realizada por la madre del acusado, no cambiará el resultado específico del caso. En este momento no es necesario interrogarla».
Julianne envió a los príncipes Haakon y Mette-Marit un mensaje de texto en enero de 2023 en el que abordaba los problemas de Marius y su carácter violento. Durante el interrogatorio, la chica explicó que el hijo de la Princesa se puso agresivo durante un viaje en el barco real en el verano de 2020, cuando los dos estaban de vacaciones con la familia. Algunos medios como VG y Aftenposten aseguran que Mette-Marit habría mediado entre la pareja.
Otra denunciante, Nora Haukland, que también está personada en el caso, ha asegurado que informó a los príncipes herederos sobre los problemas que él tenía con las drogas.