Publicado: junio 5, 2025, 4:30 am
Cuando la presidenta Claudia Sheinbaum tomó posesión el 1 de octubre de 2024 de su cargo, la violencia extrema perpetrada por grupos del crimen organizado y abusos generalizados por parte de las fuerzas de seguridad había alcanzado cifras históricas. Su predecesor y padrino, Andrés Manuel López Obrador, había sido incapaz de poner coto a la impunidad generalizada.
En su primer semestre en la presidencia, que incluye el primer trimestre de 2025, el número de homicidios ha descendido un 9,5%, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El país registró 6.799 asesinatos de enero a marzo, 361 menos que los 7.160 del mismo periodo de 2024.
En los primeros seis meses del mandato de la primera mujer presidenta en la historia de México, hubo 14.102 homicidios, 1.418 menos que en el último semestre del gobierno de su predecesor.
En México hay ciudades con tasas de homicidios superiores a 100 por cada 100.000 habitantes desde hace años. Aunque en los dos últimos años “las tasas de homicidios han disminuido ligeramente”, tal como indican informes de Human Rights Watch, el número de desaparecidos ha aumentado.
La mayoría de los asesinatos son cometidos con armas de fuego que llegan de contrabando desde Estados Unidos a México.
El Observatorio Nacional de la Tortura, dirigido por un colectivo de organizaciones de derechos humanos acusa a las autoridades de recurrir a la tortura para obtener confesiones.
En 2022 hubo 6.266 denuncias penales por torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En solo 82 casos hubo cargos penales y sólo en 10 se dictó una sentencia de culpabilidad o inocencia.
En los primeros días de marzo se produjo el hallazgo macabro de fosas clandestinas y hornos crematorios en Teuchitlán, (Estado de Jalisco) y en Reynosa (Estado de Tamaulipas). Miembros de los llamados Guerreros Buscadores de Jalisco, un colectivo que se formó el año pasado en uno de los estados más violentos del país, descubrieron la fosa de Teuchitlán.
El colectivo Amor por los Desaparecidos, formado por madres buscadoras cuyos hijos desaparecieron, se tropezó con los hornos de Reynosa. Existen 230 colectivos de búsqueda en el país. De 2011 a la fecha, 24 familiares (14 mujeres) de personas desaparecidas han sido asesinados, según datos de Amnistía Internacional.
El estado siempre ha estado ausente en este tipo de búsquedas y ha demostrado diariamente una total falta de empatía con los familiares de los desaparecidos. Cuando la Comisión Nacional de Búsqueda de personas desaparecidas se creó en marzo de 2018, ya se habían contabilizado alrededor de 35.000 personas desaparecidas. Siete años después este número se ha triplicado hasta los 115.000.
La mayoría de las desapariciones forzosas se han producido en las dos últimas décadas. Muchas de las víctimas podrían haber sido asesinadas y enterradas en las 5.700 fosas clandestinas que se han encontrado. Periodistas de investigación descubrieron que más de 72.000 restos humanos estaban etiquetados como no identificados en las morgues del país y enterradas en osarios municipales.
Sheinbaum presentó un nuevo plan de seguridad basado en cuatro ejes: “atención a las causas de la violencia, consolidación de la Guardia Nacional, uso de inteligencia contra el crimen y coordinación entre las autoridades federales y estatales”. Había recibido una herencia envenenada de su predecesor que pertenecía a su mismo partido: récord de más de 196.000 asesinatos durante el sexenio de López Obrador.
Algunas cifras siguen siendo desoladoras. Sólo en los dos primeros meses de 2025 se han registrado 113 homicidios con armas de fuego de niñas, niños y adolescentes, más que la cantidad total de homicidios en todo un año registrados en países como Serbia.
En la última década 7.165 menores de edad han sido asesinados en México.
A finales de febrero, en plena crisis de los aranceles, funcionarios de seguridad de México y Estados Unidos firmaron un acuerdo para realizar “acciones coordinadas” contra el narcotráfico con el objetivo de disminuir las muertes por fentanilo en Estados Unidos y reducir el tráfico de armas desde ese país que acaban en manos de los poderosos cárteles mexicanos.
Según la presidenta mexicana, tras ese acuerdo han disminuido 10 de los 11 delitos de alto impacto y se han detenido a más 14.000 personas, se han aprendido más de 7.300 armas de fuego, se han incautado 125 toneladas de droga, incluyendo más de un millón y medio de pastillas de fentanilo.
Según cifras oficiales, el mes de febrero de 2025 fue el menos violento de los ocho últimos años. En 2019 había un promedio de 101 homicidios diarios frente a los 75 actuales. Siete estados federales concentran el 53% de los homicidios.
Entre octubre de 2024 y febrero de 2025 la violencia se ha disparado en Guanajuato, un estado muy tranquilo hasta hace una década, con un aumento de un 33% del número de asesinatos.
También se han localizado y destruido, según la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, “475 laboratorios clandestinos en 14 estados; se ha confiscado 631 mil 574 litros y 144 mil 864 kilos de sustancias químicas; 417 reactores de síntesis orgánica, 200 condensadores y 87 destiladores”, necesarios para producir fentanilo.
