Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Mataron el crecimiento

Publicado: febrero 10, 2025, 4:00 am

<![CDATA[

Lo que ha sucedido a partir de septiembre de 2018 hasta ahora es un ejemplo de un libro de texto de qué cosas hacer y cómo hacerlas si el objetivo es hacer fracasar a una economía. Lo que hemos vivido es como si estuviésemos armando un rompecabezas de cientos de piezas: cada una de ellas por sí misma no nos dice mucho pero ya que están todas acomodadas, la imagen que emerge es la de la destrucción. Ya visto el rompecabezas terminado, nos permite darnos cuenta que fueron demolidos prácticamente todos aquellos elementos que cada uno por sí mismo pero, más importante aún, todos en conjunto hacen posible el éxito en el proceso de desarrollo económico. 

Sin ser exhaustivo, sin analizar cada pieza del rompecabezas, sí es posible destacar las principales decisiones que se han tomado, los principales bloques del cuadro de destrucción. Sin duda, la primera señal del tsunami destructivo que se vendría fue la arbitraria y extremadamente costosa cancelación del aeropuerto en Texcoco por parte de un individuo enfermo de poder y empecinado en destruir los cimientos del edificio institucional.

Un primer bloque corresponde a las finanzas públicas. Es un mito que durante el gobierno de López las finanzas públicas se manejaron prudente y responsablemente, como lo muestra el hecho de que se gastaron prácticamente la totalidad de los recursos que había en los fondos y fideicomisos a lo cual hay que agregar un flujo de endeudamiento de casi ocho billones de pesos. Cuatro son los puntos que explican el deterioro estructural de las finanzas públicas.

Primero, la decisión de quitarle una parte significativa de su presupuesto a las diferentes áreas del gobierno federal, el cual se quedó prácticamente en la inopia y mal administrado por un equipo de inútiles; destacan salud y educación. Segundo, la decisión de canalizar más de un billón y medio de pesos a Pemex, apoyando a una empresa notoriamente ineficiente y con un plan de negocios totalmente equivocado; es una empresa quebrada y sin salvación que para poder seguir operando requerirá que se le transfieran montos cada vez más elevados.

Tercero, la decisión de invertir casi dos billones de pesos en cuatro proyectos (AIFA, Dos Bocas, Tren Maya y Ferrocarril del Istmo) que tienen rentabilidad social negativa por lo que destruyen parte de la riqueza nacional, además de que requerirán por muchos años continuas transferencias para cubrir sus pérdidas. Cuarto, el uso político de los programas: transferencias para comprar votos, destacando las pensiones para adultos mayores las cuales pasaron de 48 mil millones de pesos en 2018 a 443 mil millones en 2024 y con una trayectoria de crecimiento exponencial sin posibilidades de ser financiadas. A esto hay que agregar la errónea y populista decisión de poner todos esos programas sociales en la Constitución dándoles el trato de derechos que por lo mismo hay que financiar. Es tal el deterioro estructural de las finanzas públicas que la estabilidad macroeconómica está en riesgo.

Un segundo bloque corresponde a las decisiones que han tomado López y Sheinbaum en el sector energético favoreciendo a los notoriamente ineficientes Pemex y CFE, discriminando por lo mismo a los participantes privados. Atrapados en la telaraña ideológica de la “soberanía energética” se olvidan que lo importante es la seguridad energética misma que, por sus decisiones, ha sido debilitada. Sin seguridad energética, no hay inversión privada ni crecimiento.

Un tercer bloque incluye dos elementos. El primero es el creciente deterioro en la seguridad pública, la cual actúa como si se tratase de un impuesto (ejemplos son el derecho de piso, los robos y los fraudes) y que desincentiva la actividad económica privada. El segundo es la persistencia de altos niveles de corrupción gubernamental, la cual también puede ser analizada como un impuesto y que encarece la actividad privada e inhibe la inversión. Dos impuestos que sumados a los legales, encarecen el crecimiento económico.

Finalmente, el cuarto bloque corresponde a la destrucción de las instituciones. López se encargó de debilitar a los órganos constitucionalmente autónomos (INAI, IFT, Cofece e INE) quitándoles presupuesto y mermando y/o capturando a sus órganos de gobierno. Su intención de destruirlos se consumó por fin el año pasado cuando se aprobó la desaparición de los tres primeros. La destrucción institucional se consumará con la elección de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial todos ellos leales al gobierno con lo cual habrá muerto la independencia judicial, la certeza jurídica, la Constitución y la democracia, dando paso a un gobierno autoritario y sin contrapesos.

Con excepción de la década de los sesenta del siglo pasado, México nunca ha destacado por ser exitoso en el proceso de desarrollo económico, como lo demuestra el que el PIB hoy es 25% inferior al que se hubiese alcanzado de haber persistido de 1911 a 2024 la tasa promedio de crecimiento observada durante el Porfiriato. Con la destrucción causada por la cuatroté y con los incentivos erróneos, al haber matado el crecimiento, esa brecha seguirá creciendo.

]]>

Related Articles