Publicado: octubre 6, 2025, 9:30 pm
Hace unos días, Marta Peñate puso rumbo a Honduras, un año después de ganar Supervivientess: All Stars, con una destacada misión: anunciar a los participantes la llegada de la unificación de las playas. No obstante, la influencer también se había encomendado a sí misma otro especial papel vinculado a su pareja, Tony Spina, con quien, más tarde, protagonizó un emotivo reencuentro televisado.
Uno de los momentos más comentados de su regreso a Cayos Cochinos ocurrió cuando Peñate se dirigió a la organización del reality para dejar claro su deseo de sellar su amor con el italiano. «Quiero un deseo real. Quiero casarme en Honduras. Quiero que sea real, no que me case Sonia Monroy», subrayó la canaria, con voz firme. «Quiero que sea con un cura de verdad, que lo pueda validar en España».
Ante esta inesperada (y romántica) revelación, que ha prolongado su estancia en Honduras mientras organizan los últimos preparativos de la boda, prevista para este martes durante la emisión de Tierra de Nadie, en Telecinco, numerosos usuarios han señalado a la canaria, acusándola de intentar sacar presuntamente, rédito económico de la situación.
Una decisión aparentemente interesada que, a juzgar por lo último que ha compartido desde su perfil de Instagram, nada tendría que ver con la realidad. Y es que, según ella misma explicó este domingo en stories, habría decidido amostrar públicamente su enlace con Spina guiándose por motivos ajenos a factores económicos.
«Estoy aquí en Honduras y me llega todo lo que dice la gente ‘amargada’ desde España», comenzó diciendo Marta, asegurando que sus detractores no han encontrado un amor equiparable al suyo por Spina «en su vida». En su comunicado, la exparticipante de La isla de las tentaciones sostiene que el amor «no se compra con dinero» ni tampoco «tiene precio» y, en este sentido, habría tomado la determinación de rechazar casarse en nuestro país de forma remunerada.
«Estoy en Honduras cobrando cero euros», apuntó la influencer, quien, más tarde, recalcó que su enlace no es, bajo ningún caso, una farsa y que, según explicó, se trata de una solución viable ante la falta de tiempo del que dispone en España. «No tengo tiempo porque estoy con el tema del embarazo, y no me puedo permitir los nervios de una boda, mucho menos preocupaciones extras», confesó Peñate, en alusión a la reciente pérdida del bebé que esperaba.
Para concluir, la creadora de contenido hizo hincapié en que, si bien a priori planeaba casarse después de quedarse embarazada, el devenir de los acontecimientos propició que terminase aprovechando la «oportunidad». «Y sí, a partir del martes Tony será mi marido. Nadie me va a joder este día tan bonito. Nadie», agregó.
