Publicado: noviembre 20, 2025, 10:30 am
La continua exposición y escrutinio al que se someten los cuerpos de las mujeres ha hecho que cada vez más personalidades conocidas no teman alzar la voz en redes sociales. Un claro ejemplo de ello es Marta López Álamo, quien, este miércoles, expresó públicamente su indignación ante las críticas que recibe a diario hacia su delgadez.
Y es que, aunque hace tiempo subrayó que no espera «ser aceptada por nadie», la influencer ha decidido dar un paso al frente y contestar con firmeza a un hater que, en un tono de burla, le recomendó comer «unos buenos cocidos» durante una hipotética visita a Galicia para que, de este modo, consiguiera ganar unos kilos y «engordar».
Ante esta propuesta, que señalaba su supuesto infrapeso, la esposa de Kiko Matamoros exhortó al usuario a ser «más respetuoso» con los demás y a prescindir de comentarios de este tipo. «¿Por qué no vuelves al colegio a ver si te enseñan a escribir y, de paso, haces algún curso o lees algún libro sobre el autoconocimiento o la empatía y la poca necesidad de ser tan mezquino y tan atrevido?», expresó.
A través de historias de Instagram, la granadina advirtió sobre el «daño gratuito» que provocan quienes, en lugar de «centrarse» en su vida, optan por «juzgar y presuponer» sobre el físico de los demás. «¿Por qué queréis engañaros pensando que toleráis y que avanzáis y cuando veis a alguien fuera de vuestros obtusos cánones sociales y estigmas lo machacáis con presunciones que carecen de fundamento?», espetó la modelo.
Para concluir, Marta lanzó una última indirecta a este ‘hater’ dejando claro que no sigue una dieta estricta a pesar de su delgadez. «El cocido me lo como en Madrid muy a gusto», apuntó.
Tras este mal trago, la influencer retomó su breve ronda de preguntas y respuestas, donde no solo adelantó que pasará las navidades fuera de Madrid junto a su marido, sino que a nivel «espiritual» se encuentra en un buen momento, ya que, según cuenta, gracias a la terapia ha aprendido a «identificar» ciertas actitudes que le dificultaban sentirse «merecedora de nada».
«He cargado con un peso encima que a lo mejor no debía y he ido reconociendo poco a poco esos momentos en los que no entiendo por qué me freno y me saboteo», explicó López Álamo, en referencia a este «cambio brutal» que le llevará a priorizarse a sí misma, a perder el «miedo» y a atreverse a mostrarse tal y como es, sin «parches» ni «pilotos automáticos».
Aun así, aclaró: «Aprender a cortarlos (esos comportamientos) es complicado. Y el ser humano es rutinario, nos cuesta el cambio. Me ha costado aceptar muchas cosas que os iré compartiendo por aquí, desde mi esencia y mi experiencia», adelantó.
