Publicado: octubre 17, 2025, 6:00 pm

La reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, conversó con LaPatilla.com, apenas días después de recibir el galardón que reconoce “su lucha inquebrantable por la libertad y la democracia en Venezuela”.
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En una conversación marcada por la emoción, la convicción y la visión de futuro, Machado habló sobre su fe, su preparación para las primeras horas tras la caída del régimen, y su plan para reconstruir un país devastado.
“Este Nobel es un reconocimiento a millones de venezolanos”
Machado comenzó la entrevista visiblemente conmovida. “Todavía estoy procesando todo lo que está pasando”, confesó. “Siento que este premio es un reconocimiento a millones de venezolanos que durante años hemos luchado tan duro, y también a los que vienen: una sociedad increíblemente valiente, organizada y amante de la libertad”.
La dirigente opositora recordó a sus padres como pilares de su formación: “Mi papá fue el hombre más íntegro e inteligente que he conocido, con un gran sentido del humor y humildad. Y mi mamá siempre nos enseñó que quienes más hemos recibido, más tenemos que dar”.
Un Nobel que también es una responsabilidad
Consultada sobre si el premio la protege o la hace más vulnerable, Machado fue directa: “Eleva el costo político de hacernos daño, pero el régimen está desesperado. Saben que esto no tiene vuelta atrás. Cada día que pasa, su posición se debilita más”.
Según explicó, hay contactos dentro del régimen que buscan salidas negociadas: “Hay muchos que me han sorprendido, incluso dentro del chavismo. Lo racional, si pensaran en su propio beneficio, habría sido hacerlo hace tiempo”.
Sin embargo, dejó claro que la salida es inevitable: “El régimen va a salir con o sin acuerdo negociado. Y por el bien de ellos, sería mejor que aceptaran los términos de una transición rápida y armónica, con el reconocimiento irrestricto del resultado del 28 de julio”.
El fin del madurismo: “No puede desmontar la estructura criminal”
Ante la posibilidad de un “madurismo sin Maduro”, María Corina Machado fue tajante: “Maduro puede ofrecer petróleo, tierras o minerales, pero hay una sola cosa que no puede ofrecer: desmontar la estructura criminal. No puede, aunque quiera. Es el jefe de esa red y está amarrado a ella”.
Subrayó que el tema venezolano se ha convertido en un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos. “Esto ya no es solo un tema político, sino una lucha geopolítica contra un sistema narcoterrorista”, afirmó.
En su análisis, ni Rusia, ni China, ni Irán mantendrán su apoyo: “Los chinos no les darán más dinero, saben que son unos ladrones. Irán no puede ayudar a nadie. Rusia tiene sus propios problemas. Y los grupos criminales entienden que Maduro ya no tiene nada que ofrecerles”.
La fuerza moral y el orden que vienen
Machado defendió la necesidad de “fuerza moral, espiritual y también física” para enfrentar al sistema: “Cuando enfrentas un sistema narcoterrorista, solo entienden la fuerza. Pero no hablo de violencia, sino de una fuerza nacida de la organización, la determinación y la unidad”.
“Lo que viene para Venezuela es orden y aplicación de la ley”, dijo con firmeza. “Orden en todos los planos: territorial, institucional y social. Que nadie más amenace con caos, porque ¿qué más caos que el que tenemos hoy? Un país donde nadie sabe cuánto hay en reservas, cuánto se debe, donde los niños apenas van dos veces por semana a clases, donde hay nueve millones de migrantes. Eso es el verdadero caos”.
Machado aseguró que existen planes para “neutralizar los focos violentos” y garantizar la estabilidad “habrá orden y justicia desde el primer día”.
La nueva república y la reconstrucción económica
Para la líder opositora, la caída del chavismo abrirá “una etapa fundacional” en Venezuela.
“Es una oportunidad única para reconstruir desde cero, para reformar todo: desde las Fuerzas Armadas hasta las organizaciones sindicales. El chavismo destruyó todo, pero de esas ruinas nacerá una nueva república basada en los valores de nuestros padres fundadores: libertad, igualdad, seguridad y propiedad”, aseguró.
María Corina Machado explicó su plan económico, denominado “estabilización expansiva”, que busca frenar la inflación y atraer inversiones masivas.
“Vamos a ir a un proceso de privatización transparente y rigurosa de más de 500 empresas quebradas, para convertirlas en compañías eficientes que generen empleo e ingresos para el Estado y la sociedad”, contó.
También prometió justicia para los trabajadores: “Aquí se le robó a muchísimos venezolanos una vida de trabajo honesto. Esa deuda laboral se va a reconocer. Tal vez no se pague de un día para otro, pero se reconocerá, porque es lo justo”.
En materia internacional, afirmó que ya hay compromisos en marcha: “He conversado con gobiernos de América Latina, Europa y Estados Unidos. Habrá apoyo humanitario inmediato, inversiones en energía, infraestructura, turismo y agricultura, y cooperación en seguridad para modernizar nuestras fuerzas armadas y policiales”.
“La gente es el centro y el motor del cambio”
Machado insistió en que el verdadero poder de Venezuela está en su gente: “Los analistas siempre olvidan una variable: la gente. Los que dijeron que era imposible hacer primarias sin el régimen, o ganarle con ese CNE, se equivocaron. Todo lo que nos dijeron que era imposible, lo hicimos”.
Resaltó que el país cuenta con una cohesión sin precedentes: “¿Dónde más hay una sociedad con el 90 % de la población, dentro y fuera, queriendo lo mismo? No hay divisiones religiosas ni raciales. Hay unidad, liderazgo y organización ciudadana como nunca antes”.
Fe, espiritualidad y el sueño del reencuentro
Machado habló sobre su vida espiritual: “Mi fe ha sido mi sostén. Estoy convencida de que esta es una lucha espiritual y vamos de la mano de Dios”.
Contó que recibe diariamente mensajes de apoyo de venezolanos dentro y fuera del país: “Me escriben diciendo ‘quiero volver’, ‘quiero montar una escuela en Venezuela’, ‘quiero abrir una posada en Mérida’. Les digo: prepárense, hagan las maletas. Yo sueño con estar en el puente Simón Bolívar con los brazos abiertos para recibirlos”.
Al preguntarle qué hará en su primera hora de libertad, respondió sin dudar: “Iré a una capilla a darle gracias a Dios por habernos protegido e iluminado. Luego abrazaré a cada uno de nuestros héroes presos. Ese día llegará, y está cerca”.
Un mensaje final a los militares: “Están a tiempo”
En sus palabras finales, Machado dirigió un mensaje directo a los uniformados: “Los militares venezolanos saben lo que tienen que hacer. No deserten, orgánicense, prepárense. El momento está cerca. Esto es irreversible y va a haber justicia. Están a tiempo de contribuir a una transición en paz y ser parte de la Venezuela que se reencuentra”.
Y concluyó con una frase que resume su visión del futuro: “Venezuela será libre, y esto es hasta el final, de la mano de Dios”.
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