Publicado: diciembre 18, 2025, 3:00 am

Acorralado por el cerco naval y con el agua al cuello, Nicolás Maduro no encontró más salida que pegar un telefonazo de emergencia al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. En una maniobra desesperada por victimizarse ante la comunidad internacional, el cabecilla del régimen denunció lo que él llama una «escalada de amenazas», mientras el mundo observa cómo su estructura de saqueo petrolero comienza a desmoronarse tras las contundentes medidas de la administración de Donald Trump.
lapatilla.com
Durante la llamada, Maduro se quejó de las recientes acciones de Trump, calificando de «coloniales» las afirmaciones del mandatario estadounidense sobre la propiedad de los activos y recursos venezolanos que han sido malversados por la dictadura. Al pataleo del heredero de Chávez se sumó la indignación por las declaraciones de Stephen Miller, quien dejó claro que la industria petrolera, hoy destruida por la desidia roja, debe responder a los intereses que el régimen ha intentado robar a inversionistas extranjeros.
El ocupante de Miraflores, en un intento por desviar la atención de su propia ineficiencia, calificó como «piraterÃa moderna» el asalto y decomiso del buque que transportaba petróleo venezolano hacia mercados opacos. Lo que Maduro llama «comercio legÃtimo», la justicia internacional lo investiga como parte de las tramas de contrabando y lavado de dinero que mantienen a la cúpula viviendo entre lujos mientras el pueblo venezolano padece la peor crisis de su historia.
Maduro calificó estas acciones como parte de una «diplomacia de la barbarie» que se encuentra ajena a las normas de convivencia internacional. En este sentido, reiteró la voluntad del régimen de defender una diplomacia «digna», supuestamente basada en el diálogo y el mantenimiento de la paz en la región.
Finalmente, Guterres informó que dará seguimiento a la situación y acompañará el abordaje del tema en el Consejo de Seguridad. El secretario general de la ONU aseguró que promoverá la desescalada de las tensiones, privilegiando la diplomacia, el diálogo y la solución pacÃfica de las controversias planteadas por el régimen venezolano.


