Publicado: febrero 25, 2025, 9:20 am
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ve «factible» que Rusia y Ucrania puedan pactar algún tipo de tregua en cuestión de «semanas» pero ha recordado que cualquier alto el fuego precisa además de garantías, habida cuenta de que Moscú ya incumplió otros compromisos previos como los Acuerdos de Minsk.
Macron, que este lunes se reunió en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha admitido que el retorno del magnate al Despacho Oval es «un punto de inflexión», entre otras cosas porque Washington dispone de la «capacidad disuasoria» para que Moscú se replantee el actual escenario.
En este sentido, ha señalado que la iniciativa de Trump, que ya se tradujo la semana pasada en una primera reunión entre los ministros de Exteriores de Estados Unidos y Rusia, es «muy positiva», en la medida en que todos «quieren la paz», pero también ha llamado a «tener cuidado» porque Ucrania necesita «algo sustancial».
El mandatario galo ha recordado en una entrevista a la cadena Fox News los incumplimientos previos de las autoridades rusas y, aunque ve «factible» que las partes puedan pactar un alto el fuego, ha señalado también que es necesario hablar de garantías de seguridad, del futuro de los territorios ocupados o de la reconstrucción.
Trump también declaró el lunes que Putin «quiere terminar esta guerra» y que el fin de los combates podría lograrse «en cuestión de semanas», si bien por ahora el presidente norteamericano no ha fijado líneas claras y ha dado alas a algunas teorías de Rusia, cuestionando por ejemplo la legitimidad del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Tropas sobre el terreno
En relación al papel que pueden desempeñar los países europeos, también mediante el despliegue de tropas sobre el terreno, Macron ha apuntado que trabaja con el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, para presentar una propuesta, si bien ha matizado que los militares no tendrían por qué ir al frente de combate y podrían quedarse en otras zonas.
Tanto Macron como Starmer, que también visita esta semana la Casa Blanca, se han mostrado dispuestos a enviar militares, una hipótesis que en general se ve con recelo entre la gran mayoría de socios europeos que, en el mejor de los casos, consideran prematuro abrir un debate tan sensible cuando los bombardeos siguen siendo una constante en suelo ucraniano.