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El presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió este viernes en Brasilia al mandatario electo de Uruguay, Yamandú Orsi, en su primer viaje al exterior tras su triunfo, con una agenda centrada en el acuerdo comercial que buscan concluir la Unión Europea (UE) y el Mercosur.
Orsi dijo que «la mayor parte de la reunión» con Lula estuvo dedicada a analizar la «situación y las posibilidades» del Mercosur para sellar el acuerdo que negocia con la Comisión Europea en medio del rechazo férreo de varios países del bloque, como Francia.
«Como Mercosur y como región somos optimistas en la posibilidad de seguir estrechando lazos con otras regiones y fundamentalmente con Europa«, afirmó el uruguayo a periodistas tras el encuentro en el Palacio de Planalto, sede de la presidencia brasileña.
Fue una «conversación entre amigos», añadió Orsi, del izquierdista Frente Amplio, que realiza su primer viaje al exterior desde su victoria electoral el domingo. Lula recordó su buena relación con los expresidentes uruguayos de izquierda Tabaré Vázquez y José «Pepe» Mujica, según una nota de la presidencia brasileña.
El avance de esas negociaciones con la UE será discutido la semana que viene en la 65ª cumbre del Mercosur, en Montevideo, a la que asistirá Lula. Orsi también estará en la cita del bloque suramericano invitado por el mandatario saliente uruguayo, Luis Lacalle Pou.
La elección de Orsi, delfín de Mujica, representó el regreso de la izquierda al poder en Uruguay tras cinco años de gobierno de centroderecha. En Brasil es visto como un aliado de Lula en la región, en contraposición al mandatario ultraliberal argentino Javier Milei.
Orsi y Lula conversaron sobre temas sociales así como «los desafíos del Mercosur y la convicción de que Uruguay es muy importante para Brasil», según un comunicado del equipo del presidente electo uruguayo.
Los términos del pacto entre los 27 países de la UE y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, por parte del Mercado Común del Sur, se acordaron en 2019, pero varios países, incluidos Francia, Italia y Polonia, lo rechazan, bajo presión de sus sectores agrícolas.
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