El nivel de tensión entre los Palacios del Planalto, en Brasilia, y de Miraflores, en Caracas, en los últimos meses puede haberse reducido con una salida diplomática. Presionado por los movimientos sociales brasileños que apoyan su Gobierno, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha decidido mandar un representante diplomático, posiblemente su embajadora en Caracas, a la toma de posesión del mandatario venezolano Nicolás Maduro , que se celebrará el próximo 10 de enero. No es el mejor momento de las relaciones entre los dos mandatarios que solían tratarse como amigos y aliados de un implícito eje progresista sudamericano. El Gobierno de Lula viene evitando hablar de fraude, pero hasta hoy no había reconocido la victoria de Maduro en… Ver Más