Luis Canut, ciego por una enfermedad: «Me encantaría que me diesen diez minutos para volver a ver a Patricia, mi mujer»

Publicado: noviembre 25, 2025, 6:30 pm

Luis Canut, guionista y director de programas televisivos, sufrió una seria infección cerebral en 2023 que lo mantuvo en el borde de la muerte. Logró salir de ella, aunque con importantes secuelas, entre ellas, la falta de visión.

Casado con la expresentadora y nutricionista gallega Patricia Pérez, Canut ha asumido su ceguera con plena naturalidad, gracias en gran parte por el apoyo que ha tenido con su mujer, su bastón. Ambos acudieron a una entrevista en el programa Land Rober de la televisión gallega.

En el plató, Luis Canut dijo: «Cuando me preguntan qué es lo que más echo de menos de no ver… Yo no echo de menos nada, sinceramente. Lo único que realmente me duele un poco y que me encantaría es volver a ver a Patricia, es la verdad. Yo la recuerdo, pero me encantaría. Nunca me voy a olvidar de su cara, es la verdad, su cara la tengo grabada, pero me encantaría que me diesen 10 minutos para volverla a ver», dijo emocionado.

Entre lágrimas, la colaboradora de televisión tomó la mano de su marido y la llevó a su rostro para que pudiera «verla» a través del tacto. «Da igual, nos tocamos«, le respondió con ternura.

«Cuando conocí a Luis (2005) mi mundo cambió. Sabía que quería estar a su lado, como fuera, como amiga, como pareja… es una persona que a mí me hace muy feliz. Me encanta, Luis», aseguró emocionada.

«El secreto es querer estar. La vida a veces es bonita, menos bonita, dura, menos dura, pero cuando tú quieres estar con esa persona…», añadió. Luis, al escuchar esta declaración, no dudó en besarla y exclamó: «Cómo no voy a ser feliz si tengo a Patricia a mi lado«.

Luis, hermano de Nacho Canut, del grupo Fangoria, explicó cómo le ha cambiado la vida para bien. «Yo, en mi otra vida, era muy exigente conmigo mismo, con mi éxito profesional, con mi éxito personal… y ahora estoy totalmente libre», continuó. «El no ver tiene muy pocas cosas buenas, pero tiene algunas; una de ellas es que yo no puedo prejuzgar. Yo te tengo que escuchar, te tengo que tocar, no puedo saber ni por tu cara ni por cómo vas vestido…», explicó.