Publicado: julio 15, 2025, 4:00 pm
La llegada del verano trae consigo un aumento de las temperaturas, sobre todo en España, donde esta época puede ser especialmente calurosa. Los días pueden ser más o menos llevadores, pero las noches pueden ser la peor pesadilla de muchas personas, que no pueden conciliar el sueño porque hace demasiado calor en el interior de sus casas.
Cuando esto sucede, no es raro probar todos los trucos que están en nuestra mano para lograr hacer un poco de corriente y que el aire de la noche entre a través de las ventanas, que inevitablemente acaban abiertas de par en par. Dormir con las ventanas abiertas podría no tener tantos beneficios como pensamos y, según los expertos, podría ser un gran error.
Los riesgos de dormir con la ventana abierta
Para dormir bien se recomienda que el dormitorio esté fresquito, algo que hace más sencillo conciliar el sueño y también resulta más agradable a la hora de acostarnos. Esto no siempre es posible, sobre todo durante esos días de verano en los que las temperaturas mínimas no son tan bajas como para conseguir sentirnos mejor. El calor parece no tener fin y el primer impulso que tiene todo el mundo para intentar remediarlo es abrir la ventana, esperando que, por lo menos durante la madrugada, el calor dé una tregua.
Según un estudio de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (Alemania), que ha sido publicado en revistas de salud ambiental, esto podría ser una mala idea, especialmente en entornos urbanos. Si bien la tendencia es a abrir la ventana para combatir el calor, el motivo por el que estos expertos recomiendan no hacerlo nada tiene que ver con las temperaturas. Señalan que el ruido continuo que se genera en la calle debido al tráfico puede afectar a nuestro organismo.
El problema sería que ese molesto ruido puede afectar a la producción del cortisol, la hormona que se asocia con el estrés. El aumento del cortisol puede hacer que sea más complicado conciliar el sueño, pero también que este sea profundo, también puede afectar a nuestra salud mental y, a largo plazo, también debilitar el sistema inmunológico, haciendo que seamos más vulnerables frente a algunas enfermedades.
¿Qué hacemos para evitar el calor por las noches?
La recomendación de no abrir las ventanas por la noche está dirigida a aquellas personas que viven en zonas ruidosas, en núcleos urbanos en los que el tráfico y los ruidos de la calle pueden llegar a ser molestos. Esto no sería igual en una zona tranquila o un poco más rural.
Las recomendaciones serían las mismas de siempre en cuanto a evitar que las viviendas se calienten demasiado: evitar que el sol entre directamente, ventilar la estancia a primera hora de la mañana o cuando refresque un poco, mantener las persianas bajadas durante el día… A la hora de dormir, una buena idea es usar el aire acondicionado para refrescar la estancia o colocar un ventilador. Para que el aire que mueve el ventilador sea un poco más fresco, se puede poner frente a él una bandeja con hielo.
Escoge ropa de cama transpirable y fresquita, como el algodón, apaga las luces y los aparatos eléctricos que puedan dar más calor o date una ducha con agua tibia antes de dormir. Algunas personas humedecen la sábana antes de acostarse, usan paños húmedos para refrescarse (o fríos de la nevera) o apuestan por almohadillas de gel frío. También se recomienda cenar ligero, evitar hacer ejercicio antes de dormirse y no tomar cafeína en las horas previas, no porque te dé calor, sino porque al ser estimulante complicará más el quedarse dormido.
Referencias
Frank P. Schmidt, Mathias Basner, Gunnar Kröger, Stefanie Weck, Boris Schnorbus, Axel Muttray, Murat Sariyar, Harald Binder, Tommaso Gori, Ascan Warnholtz, Thomas Münzel, Effect of nighttime aircraft noise exposure on endothelial function and stress hormone release in healthy adults, European Heart Journal https://doi.org/10.1093/eurheartj/eht269