El concierto de Isabel Pantoja este jueves en Madrid no solo aportó lo mejor del arte de la tonadillera, sino que arrojó también una lectura subliminal de algunos mensajes que entre canción y canción dirigió a su familia.
Conocida es la situación que mantiene de incomunicación total con sus hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja. Aun así, y a pesar de que todas las partes han admitido no hablar entre ellos, la cantante pareció mandar un mensaje a ambos en forma de versos cantados.
«Quisiera decir no continuamente, y estoy diciendo sí horas tras horas…quisiera destruirme de repente…quisiera revivir en cada aurora…Te veo cuando cierro las pestañas…te llamo sin llamar con voz de plomo…Te quiero cuando te odio…todavía te llevo como un grito en las entrañas y no sé cuándo, ni por qué, ni cómo, odiándote te digo ‘vida mía, vida mía'». Si indirectamente se refería a sus hijos, solo ella lo sabe, pero el público lo agradeció mucho.
Isabel Pantoja fue más precisa y directa refiriéndose a su sobrina, Anabel Pantoja, que trabaja con ella en sus espectáculos, pero está actualmente de baja por maternidad.
«Vamos a hacer el baile de mi Ana, mi Anabel. Un besito amor mío, y para la niña, ¡que te quiero amor mío, la más guapa del mundo! La coreografía es de ella, así que se la vamos a dedicar todo el público presente», dijo. Su sobrina, desde su casa de Canarias, publicó una foto viendo en su móvil el concierto de su tía y con su bebé, Alma, en brazos.
La persona que más ha influido en ella, su madre, doña Ana, contó con sus comentarios afectuosos. «A todas las madres del mundo. Se la voy a dedicar a la mía, que tanto la extraño y tanta falta me hace», dijo con la mano en el corazón y mirando arriba.
La Pantoja mencionó a sus dos hermanos, Agustín, su promotor y fiel acompañante, y a Juan, con quien se distanció pero ha vuelto a acercarse. De hecho trabaja con ella de guitarrista.