Publicado: octubre 23, 2025, 7:30 pm
La rueda sigue girando y los líderes de la UE buscan acuerdos que cada vez parecen más complicados. Eso ha vuelto a pasar este jueves en una nueva cumbre del Consejo Europeo en Bruselas que, además, ha estado cargada de temas pero con todos los ojos puestos sobre el uso de buena parte de los activos congelados rusos para la reconstrucción de Ucrania: hay en torno a 140.000 millones de euros preparados para destinar a Kiev. Y el bloque ha dado un pequeño paso sobre tema, al menos de momento, pero mucho más tímido de lo esperado. Los líderes «invitan» a la Comisión Europea a presentar una propuesta legal para explorar esta vía, pero lo hacen sin poner demasiada presión sobre Bruselas. Esto son los ritmos de la Unión.
El freno ha llegado desde Bélgica -aunque Hungría también recela-. «Incluso durante la Segunda Guerra Mundial, los activos inmovilizados nunca se tocaron. Es un paso muy importante si queremos darlo«, sostuvo su primer ministro, Bart de Wever, al ser el Estado miembro más expuesto a los riesgos bancarios por albergar la mayor cantidad (a través de la entidad Euroclear, en torno al 62% del total); «si quieren hacer esto, tendremos que hacerlo todos juntos. Queremos garantías de que, si el dinero tiene que ser devuelto, cada Estado Miembro contribuirá», añadió, con muchos recelos que también comparte el Banco Central Europeo por los matices jurídicos y por el prestigio del euro.
De hecho, ha sido el Gobierno belga el que ha matizado las conclusiones sobre el asunto, pasando de urgir a la Comisión a presentar su propuesta solamente invitarla a que lo haga lo más pronto posible. La clave está en que el proceso, a la espera de una propuesta en firme de la Comisión Europea, sería el siguiente, según fuentes diplomáticas: la UE firmaría un préstamo con Euroclear para ceder ese dinero a Ucrania, y Kiev devolvería el dinero una vez terminada la guerra. El temor de Bélgica, así como del BCE, pasa por el hecho de que Rusia pueda reclamar esos activos una vez que se levanten las sanciones que hay aprobadas contra el Kremlin. En 2021 Estados Unidos sentó un precedente parecido con los activos congelados a Afganistán tras la llegada de los talibanes al poder.
Today, the #EUCO delivered an important message: The EU is committed to addressing Ukraine's pressing financial needs for the next two years, including support for its military and defence efforts.
Russia must stop the war immediately.
— António Costa (@eucopresident) October 23, 2025
El proceso es el siguiente: los Estados miembros aspiraban a apretar a Bruselas para que presentara en el cortísimo plazo las garantías y el formato legal necesario para conseguir esa fórmula de apoyo a Kiev, pero con las conclusiones de este jueves lo dejan todo de manera bastante vaga, aunque está previsto que el tema vuelva al debate entre los 27 en la próxima cumbre del Consejo Europeo que tendrá lugar en diciembre.
Por lo pronto, el documento de este jueves ha acabado respaldado por 26 socios, quedándose fuera la Hungría de Orbán. «De conformidad con la legislación de la UE, los activos de Rusia deben permanecer inmovilizados hasta que Rusia ponga fin a su guerra de agresión contra Ucrania y le indemnice por los daños causados por su guerra», recoge el texto que han pactado los países.
«La UE está comprometida a abordar las necesidades financieras más urgentes de Ucrania durante los próximos dos años, incluido el apoyo a sus esfuerzos militares y de defensa. Rusia debe detener la guerra inmediatamente», reaccionó el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa. Pero ese compromiso va por otros lados ahora mismo.
En realidad, todos los líderes quieren pisar con pies de plomo sobre los activos rusos. Esa vía, que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, calificó de «genialidad» es muy compleja. «Hay muchos detalles involucrados en esto y se requiere mucha claridad», sostuvo por ejemplo el primer ministro irlandés, Michael Martin. «Ahora tenemos soluciones viables sobre la mesa, tenemos que dar un claro mensaje de que la Comisión tiene que preparar una propuesta clara para financiar fuertemente a Ucrania los próximos años», añadió el líder finlandés, Petteri Orpo.
Zelenski, presente en Bruselas, celebró el nuevo paquete de sanciones contra Rusia y celebró «la unidad» con Estados Unidos respecto a las medidas. «El alto el fuego es posible y todos lo queremos, pero tenemos que poner más presión sobre Rusia para lograrlo», sostuvo, y cerró la puerta a cesiones territoriales para Moscú, algo que ya ha puesto sobre la mesa el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Se refirió el líder ucraniano al hecho de usar esos fondos rusos para producir armamento en Ucrania «porque es más barato y más rápido», así que esa es su prioridad ahora mismo. Tiene que aumentar su capacidad, por delante de la compra de armamento de procedencia europea, así como artillería u otro tipo de infraestructuras. En un segundo plano quedaría por tanto la inversión en Estados Unidos, que no descarta del todo Zelenski. En ese contexto, considera fundamental poder disponer de esos fondos «en 2026, idealmente a principios del año» y ha dejado claro que no quiere usarlos solo para ayuda humanitaria, sino también para defensa.
«Rusia no demuestra que quiere parar la guerra y sigue atacando a civiles», aseguró ante los periodistas acompañado de Costa. Ambos celebraron el decimonoveno paquete de sanciones pactado por la Unión, algo que Zelenski ve «crucial» y espera que «funcione», igual que las medidas aprobadas también por Washington porque, dijo, mientras Rusia «está aumentando sus ataques» contra civiles. En este sentido, el líder pidió «más armas, más misiles de largo alcance y más ayudas» a su país para poner toda la presión posible sobre el Kremlin.
España mantiene su posición sobre seguridad
Por su parte, Sánchez no se mueve de sus tesis y respondió este jueves a Donald Trump por primera vez tras dos semanas de reprimendas a España por parte del presidente de Estados Unidos a cuenta de la inversión en defensa. Esa ‘presión’ no hace efecto sobre el presidente del Gobierno, que aseguró desde Bruselas que no subirá el gasto militar más allá de lo ya anunciado. «El presidente Trump sabe que desde que soy presidente no solo cumplimos con nuestras obligaciones sino que estamos llenando incumplimientos de otras administraciones», matizó, en referencia la Gobierno de Rajoy: así, España no pasará del 2% pese a que la OTAN pactó el 5%, y Trump quiere «una reprimenda» contra Moncloa por no «jugar en equipo» en la Alianza, según sus últimas palabras.
«Somos un país confiable, que cumplimos con nuestros compromisos. Hemos llegado a un acuerdo en materia de capacidades, que realmente es lo importante. Es en esos parámetros en los que nos vamos a mover», resaltó, aunque el secretario general de la Alianza Atlántica no cree que España pueda cumplir con esas capacidades solo con un 3,5% de gasto y necesitará llegar al 5%.
Somos un país confiable que cumplimos con nuestros compromisos
En ese escenario de tensión, Sánchez ha tratado de ganar una tregua política con Estados Unidos y España se ha sumado a la iniciativa de la OTAN a través de la que algunos aliados comprarán armamento americano para enviar a Ucrania. Al plan que ya se habían incorporado otros países como Canadá, Bélgica, Alemania, Luxemburgo o el Reino Unido, entre otros, ahora lo han hecho tanto España como Finlandia y el montante invertido en el mismo es ya de 2.000 millones de dólares.
Sin sorpresas sobre defensa
No fue un punto de fricción el tema de la defensa, sin grandes acuerdos y con el camino ya dibujado por Bruselas. Los líderes han respaldado los planes presentados por la Comisión para los próximos cinco años para que, dicen, «Europa esté mejor equipada para actuar y enfrentarse de manera autónoma, coordinada y con un enfoque de 360 grados, a los desafíos y amenazas inmediatos y futuros». Eso sí, asumen que el peso tiene que estar sobre todo en los Estados miembros.
El Consejo Europeo considera que, para responder a las necesidades y amenazas más inmediatas, los trabajos deben centrarse «en particular en proyectos concretos destinados a reforzar los esfuerzos conjuntos de los Estados miembros para mejorar sus capacidades antidrón y de defensa aérea, de manera coordinada, aprovechando plenamente los instrumentos SAFE y EDIP», así como otros instrumentos financieros pertinentes existentes, concluyen, además de reivindicar el papel del BEI y reconocer los esfuerzos de Bruselas con los paquetes ómnibus de simplificación en materia de seguridad.
En el caso de la vivienda, que se incorporó por primera vez a una cumbre, los líderes han llamado a la Comisión a que se dé prisa a la hora de presentar su plan de vivienda asequible, previsto para el mes de diciembre. Quieren que Bruselas ponga sobre la mesa «sin demora un plan ambicioso y global en materia de vivienda asequible, cuyo objetivo debe ser apoyar y complementar los esfuerzos de los Estados miembro, teniendo debidamente en cuenta el principio de subsidiariedad». Antes de la cumbre ya Sánchez pidió que haya un fondo común para vivienda social y legislación para evitar la especulación.
No hubo novedades en las conclusiones sobre competitividad, que incluyeron además la «perspectiva verde» reclamada por el Gobierno español. Sin decisiones de calado, los 27 han incidido en la necesidad de simplificar la burocracia y hacerlo de la mano de una transición digital segura, con el foco puesto en los efectos de la inteligencia artificial. Eso sí, fuentes diplomáticas avisan que esa reducción de los trámites no puede derivar una desregulación propia de políticas económicas adosadas a la crisis del 2008.
