Publicado: junio 26, 2025, 10:30 am
De cumbre en cumbre. De la OTAN en La Haya a un nuevo cónclave del Consejo Europeo en Bruselas; los líderes de los 27 debatirán este jueves -y quizás también el viernes- una agenda muy cargada y marcada por el conflicto en Oriente Medio y también por los planes de seguridad y defensa, los cuales ya se han dibujado esta misma semana en la reunión de la Alianza Atlántica. Con todo, el punto que parece más importante será la situación en Oriente Medio.
Los Veintisiete examinarán la evolución del conflicto en Gaza, el acceso humanitario y los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego sostenible. También se analizarán las relaciones con Irán e Israel, incluida una posible revisión del Acuerdo de Asociación aunque los ministros de Exteriores ya adelantaron que todavía no habrá decisiones al respecto. Eso sí, España insiste en que el pacto tiene que ser suspendido «de manera inmediata» una vez que el análisis encargado por la UE demuestra que Israel vulnera el artículo 2 del acuerdo, referido al respeto de los derechos humanos.
La Alta Representante, Kaja Kallas, en cambio, aboga por dar más tiempo la Gobierno de Benjamin Netanyahu para que reconduzca la situación y, de hecho, la idea base en la Unión es que respecto al conflicto con Irán es este último quien genera la inestabilidad: «Irán no puede tener acceso al arma nuclear», incidió la jefa de la diplomacia europea. En cambio, los 27 celebran el alto el fuego alcanzado este martes.
Con todo, Ucrania seguirá siendo un tema clave. Los líderes europeos discutirán nuevas medidas de apoyo militar y financiero a Kiev, así como el fortalecimiento de la industria de defensa del continente. Se espera que se aprueben líneas de acción que refuercen las capacidades de disuasión y respuesta rápida frente a amenazas híbridas y convencionales y lo harán en el marco del debate sobre la seguridad y la defensa. De momento, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aboga por reforzar la arquitectura europea de seguridad con Ucrania como si fuera ya un país miembro de la UE.
En la Comisión asumen que la inversión no es solo una cuestión de volumen, sino también de visión. «Debemos modernizar nuestras capacidades y estar mejor preparados para los desafíos tecnológicos y geopolíticos que enfrentamos. La Unión Europea tiene un papel esencial dentro de la OTAN, no solo como conjunto de países, sino como una potencia estratégica que aporta valor añadido en innovación, interoperabilidad y cohesión», remarcó. Eso implica un plan con medidas concretas. «Ayudar a nuestras empresas es parte de esa estrategia: necesitamos que crezcan dentro del mercado único, que sean competitivas, tecnológicamente punteras y capaces de liderar en sectores clave como la inteligencia artificial y los semiconductores», añadió la alemana durante la cumbre de la OTAN.
Desde Bruselas el horizonte está claro: para 2030, Europa debe estar en condiciones de garantizar su seguridad y responder por sí sola, si es necesario, a la amenaza rusa porque existe el riesgo de que Putin se lance contra más países. «Eso implica no solo fortalecer nuestra industria y capacidades propias, sino también tejer alianzas industriales estratégicas con países candidatos a la UE y con socios globales como Canadá o Japón. La defensa europea no es solo una necesidad, es una responsabilidad histórica que debemos asumir con determinación, unidad y visión de futuro», terminó la jefa del Ejecutivo comunitario. Para llegar a ese impulso, eso sí, los países europeos tendrán que acelerar sus planes que ya tendrán que tener en mente el nuevo objetivo del 5% del PIB como gasto en defensa.
«El futuro de Europa se está definiendo en el frente de batalla de Ucrania, pero también donde se decide el rumbo de nuestra industria de defensa. La arquitectura de seguridad que nos dimos tras la Guerra Fría ya no responde a las amenazas actuales, y por eso Europa ha pasado a la acción», empezó explicando Von der Leyen. La dirigente alemana ha reivindicado que en cuestión de meses, se ha puesto en marcha el plan Rearm Europe, y con él proyectos estratégicos como el SAFE, con una inversión conjunta prevista de 800.000 millones de euros. «Esta transformación incluye medidas omnibus para reducir la burocracia y mejorar la coordinación entre Estados, con un objetivo claro: construir una Europa de la defensa que esté a la altura del momento histórico», sostuvo.
Con todo, las cumbres ahora mismo son monotemáticas: seguridad y defensa marcan todas las agendas, pero el Consejo Europeo prevé dar espacio también a temas como la migración, la relación con China o la competitividad en un encuentro que el presidente Antonio Costa quiere reducir a solo una jornada, dado sobre todo el calendario tan cargado de cumbres en los últimos días.
