Publicado: diciembre 12, 2025, 11:00 pm
En los 90, pocos años después del accidente en la central nuclear de Chernóbil del 26 de abril de 1986, un grupo de científicos liderado por la microbióloga Nelli Zhdanova, de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, se embarcó en un estudio de campo. Su objetivo era descubrir si en la zona de exclusión, un lugar que abarca 30 kilómetros a la redonda de las instalaciones, había vida y, en caso de que la hubiera, de qué tipo. Las esperanzas no eran muchas: los efectos de la radiación aún se sentían entre los apodados como ‘liquidadores’, las personas que ayudaron en las tareas de limpieza y que seguían muriendo por cáncer incluso años después de haber participado en aquellos… Ver Más
