Publicado: abril 23, 2025, 10:30 am
Las estatinas, fármacos habitualmente empleados para reducir el colesterol, podrían mejorar significativamente la supervivencia de pacientes con ciertos tipos de cáncer en la sangre, según un estudio publicado en la revista ‘ Blood Advances ‘. De acuerdo con la investigación, los pacientes con leucemia linfocítica crónica (LLC) o linfoma linfocítico pequeño (LLP) que tomaban estatinas al inicio de su tratamiento contra el cáncer tenían un riesgo 61% menor de fallecer de cáncer en comparación con pacientes similares que no tomaban estatinas. «Esta es la primera evaluación sistemática de la asociación entre el uso de estatinas y la supervivencia en pacientes con LLC o LLC tratados con fármacos dirigidos contemporáneos como ibrutinib», afirma el investigador principal del estudio, Ahmad Abuhelwa, de la Universidad de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos). «Nuestros resultados destacan una sólida relación entre el uso de estatinas y una mejor supervivencia en esta población de pacientes». La LLC es un cáncer de crecimiento lento que se origina en las células hematopoyéticas de la médula ósea y es la forma más común de leucemia en adultos en Estados Unidos. La LLP, también un cáncer de crecimiento lento, afecta al mismo tipo de células que la LLC, pero se origina en tejidos linfoides como el bazo, en lugar de en las células hematopoyéticas. Las estatinas se encuentran entre los medicamentos más recetados en el mundo. Millones de adultos toman estatinas para reducir sus niveles de colesterol y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, que pueden provocar infartos o accidentes cerebrovasculares. Estudios previos han vinculado el uso de estatinas con la reducción de las tasas de mortalidad por varios tipos de cáncer, incluida la LLC, señala Abuhelwa. Sin embargo, «no evaluaron los efectos del uso de estatinas en pacientes tratados con terapias oncológicas más recientes, como el fármaco dirigido ibrutinib», añade. En el presente tabajo se analizaron datos de 1.467 pacientes con LLC o LLC que participaron en cuatro ensayos clínicos internacionales realizados entre 2012 y 2019. En estos ensayos, los pacientes fueron asignados aleatoriamente a tratamiento con ibrutinib, ya sea solo o en combinación con otros fármacos anticancerígenos, o a un régimen farmacológico sin ibrutinib. Un total de 424 pacientes (29 %) tomaban una estatina al iniciar el tratamiento en los cuatro ensayos clínicos. La mediana de edad de los pacientes fue de 65 años y el 66 % eran hombres; el 92 % tenía LLC, ya fuera de diagnóstico reciente, que había reaparecido o que no había respondido al tratamiento previo. Para tener en cuenta los posibles factores de confusión, los investigadores ajustaron su análisis en función de variables que incluían el diagnóstico de cada paciente, la edad, el sexo, el peso, el estado físico, la gravedad de la enfermedad, el tiempo transcurrido desde el diagnóstico, el número de enfermedades coexistentes, el uso de otros medicamentos para enfermedades cardíacas o presión arterial alta y el régimen de tratamiento específico contra el cáncer recibido. Los resultados mostraron que, independientemente de cualquiera de estos factores, los que tomaron estatinas presentaron, en promedio, una reducción del 61% en el riesgo de morir de cáncer, una reducción del 38% de morir por cualquier causa y una reducción del 26% en el riesgo de progresión de la enfermedad. Cabe destacar que el uso de estatinas no aumentó la probabilidad de eventos adversos graves o potencialmente mortales. A pesar de que estos hallazgos no permiten afirmar con certeza que las estatinas mejoren directamente los resultados del cáncer , Abuhelwa destaca que «el hecho de que esta asociación se mantuviera sólida incluso después de considerar múltiples factores la convierte en un área importante para futuras investigaciones». Como próximos pasos, recomendó realizar estudios de laboratorio para comprender mejor cómo las estatinas pueden influir en la biología del cáncer, así como ensayos clínicos prospectivos en los que se asigne aleatoriamente a pacientes con LLC o LLC a tomar una estatina o no. El estudio presenta varias limitaciones inherentes a su diseño observacional. Por ejemplo, los pacientes que participan en ensayos clínicos suelen ser monitoreados con mayor rigurosidad que aquellos que reciben tratamiento fuera de este contexto, lo que podría limitar la generalización de los resultados a poblaciones tratadas en entornos no controlados. Además, dado que los pacientes utilizaron distintos tipos y dosis de estatinas, el estudio no pudo evaluar de manera específica los efectos de una estatina en particular, ni de su dosis o duración de uso sobre la supervivencia. «Si bien nuestros resultados son muy prometedores, no podemos recomendar el inicio del tratamiento con estatinas para la LLC/LLP basándonos únicamente en este estudio», agrega Abuhelwa.