El proceso de confirmación en el Congreso de Pam Bondi, la elegida por Donald Trump para fiscal general de EE.UU. , dejó claro las posiciones antagónicas que defienden republicanos y demócratas sobre el Departamento de Justicia: los primeros consideran que ha sido un arma política durante el Gobierno de Joe Biden, algo ejemplificado por las causas penales que enfrentó Trump; y los demócratas advierten de que será el presidente-electo quien utilice a la fiscalía , desde la defensa de sus propios intereses hasta la persecución de enemigos políticos. Bondi, una vieja aliada de Trump, se alineó, obviamente, con los primeros y aseguró que, con ella al mando, el Departamento de Justicia se despolitizará. «Se acabarán la parcialidad y el uso… Ver Más