Los cuatro síntomas en la piel que alertan de una enfermedad hepática, según un gastroenterólogo

Publicado: marzo 14, 2025, 5:00 am

Nuestro cuerpo es sabio y escucharle es importante porque puede alertarnos cuando las cosas no van bien, lo que es clave para buscar una solución. Del mismo modo que sabemos que es el momento de comprar pañuelos y comenzar a tomar muchos líquidos cuando comienza a picarnos la garganta, algo muy habitual en invierno y primavera en España, o que es el momento de descansar la vista y alejarnos de las pantallas cuando comienzan a picarnos los ojos, hay otros muchos signos que el cuerpo usa para alertarnos de una molestia o del comienzo de alguna enfermedad.

En la mayoría de los casos no deja de ser una incomodidad, como sucede con los dolores de espalda, sobre todo los causados por estar mucho tiempo en la misma postura. Otras veces es más serio, porque la solución no es cambiar de postura, sino ponerse en manos de profesionales y comenzar un tratamiento si es que fuera necesario. Hay signos que son muy sutiles, también hay enfermedades que no provocan síntomas hasta que se encuentran en un estado avanzado; esta enfermedad hepática provoca cuatro síntomas en la piel que pueden ser clave a la hora de reconocerla y pueden ser la alerta que necesitamos.

Cuatro síntomas en la piel que alertan de una enfermedad hepática

Las enfermedades hepáticas son unas de las que no suele presentar síntomas hasta que el daño ya se encuentra bastante avanzado. En las primeras etapas no da señales de su existencia y una vez que es detectada ya suele haber causado daños irreparables en el hígado, como cirrosis. A través de su cuenta de TikTok, el Doctor Sethi, ha querido compartir cuatro signos de la piel que podrían ser síntoma de una enfermedad hepática subyacente.

Con el objetivo de que más gente conozca estos pequeños detalles y puedan usarse para proteger la salud de más personas, este gastroenterólogo formado en Harvard y Stanford que usa sus redes sociales para divulgar detalles que pueden ayudar a los pacientes, ha querido compartir estos cuatro signos de la piel que pueden ser considerados como una señal de que hay que consultar con un experto.

La ictericia. “Es una coloración amarillenta de la piel y los ojos debido a los niveles elevados de bilirrubina”, explica el experto en su vídeo divulgativo. “Este es un signo clásico de enfermedad hepática, ya que el hígado es el responsable de procesarla”.
Los angiomas aracniformes. “Son pequeños vasos sanguíneos dilatados que se parecen a telarañas, generalmente en la cara, el cuello o el pecho. Son causados por el aumento de los niveles de estrógeno, que puede ocurrir en caso de enfermedad hepática”.

Eritema de las palmas de las manos, que es un enrojecimiento e inflamación de esta zona del cuerpo. “Se debe al aumento del flujo sanguíneo y de los niveles de estrógeno, lo que puede ser un signo de disfunción hepática”.
Picor sin causa clara que, según matiza, suele empeorar por la noche. “Esto puede deberse a la acumulación de sales biliares en la piel, lo que puede ocurrir en caso de problemas hepáticos”.

Cómo prevenir la enfermedad hepática

Una enfermedad de este tipo no siempre se puede evitar, pero sí que se pueden tomar medidas para no aumentar los riesgos de desarrollarla y padecerla. Por ejemplo, beber alcohol con moderación (o no hacerlo en absoluto) es una medida que puede reducir el riesgo de este tipo de enfermedades, por lo menos de algunas de ellas. También evitar conductas de riesgo, como hacerse tatuajes en lugares poco fiables o mantener relaciones sexuales sin preservativo.

Es importante ponerse las vacunas correspondientes, quienes tengan mayor riesgo de hepatitis, conviene que tengan las puestas las vacunas contra la hepatitis A y la hepatitis B. Se recomienda evitar el contacto con la sangre y líquidos corporales de otras personas, no mezclar medicamentos con alcohol, lavarse bien las manos antes de preparar y consumir alimentos, proteger la piel al usar sustancias químicas tóxicas o mantener un peso saludable, porque en algunas ocasiones, la obesidad puede causar la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico.