El ataque con cuchillo en Aschaffenburg de la semana pasada tendrá indudablemente consecuencias en el resultado de las elecciones anticipadas del próximo 23 de febrero, en Alemania. Un refugiado afgano de 28 años, que debería haber sido deportado en 2024, se lanzó contra un grupo de niños de guardería que jugaba en un parque y asesinó a uno de ellos, de dos años, y a un adulto que intentó proteger al resto. Debido a que padece un trastorno con brotes psicóticos, el agresor ni siquiera irá a juicio. A un mes de las elecciones, cuesta pensar que estos asesinatos no pongan en cuestión la política de asilo y que no agiten el voto a favor de la extrema derecha de… Ver Más