Publicado: febrero 21, 2025, 7:40 am
En la sociedad en la que vivimos, a menudo cometemos el error de apreciar las amistades por su cantidad, antes que por la calidad y lo que nos aportan. En este contexto, la psicología de las relaciones hace hincapié en la calidad de los vínculos que establecemos con nuestro entorno, puesto que hay perfiles que prefieren pocos amigos pero intensos y verdaderos, sin que ello signifique que se trata de personas retraídas o con escaso ‘don de gentes’.
Así pues, hay personas agradables que son capaces de relacionarse sin problemas con todo el mundo, que son simpáticas, sociables y carismáticas, y que sin embargo tienen claro que desean cultivar vínculos personales profundos y auténticos, con un determinado número de personas y no con todas. Según los profesionales de la psicología, estos perfiles comparten una serie de rasgos de la personalidad.
1. Sin miedo a mostrarse vulnerables
Las personas de este perfil eligen con mucho escrúpulo quiénes quieren que formen parte de su círculo más íntimo pero, una vez lo tienen claro, se entregan en cuerpo y alma, sin miedo a mostrarse tal y como son. Según la psicología, estas personas conciben la amistad como algo especial donde no tienen cabida las apariencias y sí la autenticidad, con virtudes y defectos incluidos, para compartir el lado más humano de cada cual.
2. Gusto por los momentos en soledad
Amantes del silencio, donde se encuentran cómodos, estos perfiles no temen estar en compañía de sus amigos sin hablar, al considerarlo una oportunidad para la reflexión y el autoconocimiento; no se atropellan para rellenar esos silencios de palabras vacías. Se trata de personas con la autoestima en su justo punto, que confían en sí mismas.
En cuanto a la soledad, y a pesar de que son extraordinariamente sociables, este grupo de personas amantes de la calidad antes que de la cantidad de amigos se muestran autosuficientes. Algo que la mayoría de la población necesita por inseguridad, como es la validación externa, en estos casos pasa a un segundo o tercer plano, puesto que se sienten bien consigo mismas.
3. De naturaleza reservada
Las personas que gustan de tener pocos amigos íntimos suelen mostrar, aunque sin forzarlo, cierto aire misterioso en su personalidad, fruto de una naturaleza reservada (que nada tiene que ver con sus habilidades sociales, que suelen ser muchas). Este halo atrae especialmente a quienes les rodean, aunque lo hacen con el objeto natural de preservar ciertas vivencias para sí mismos.
Este carácter a veces reservado no interfiere en su firmeza a la hora de decir ‘no’ cuando algo no es de su agrado o no entra en sus esquemas. No son personalidades de aceptar compromisos, lo que les coloca en una posición privilegiada a la hora de forjar amistades más auténticas.
4. Huir de la negatividad y exhibir un gran optimismo
Otro de los rasgos que suele ser común a este tipo de personas es que son especialmente positivas, y no entran en bucle en la negatividad. No necesitan estar siempre rodeadas de personas, como hemos comentado (les gusta también la soledad), pero cuando están con sus amigos siempre contagian su optimismo, algo que surge de manera espontánea de su propia seguridad en sí mismos.
5. Saber escuchar es su superpoder
La empatía forma parte de las herramientas con las que se manejan este tipo de personas, que tienen en la escucha del prójimo una de sus grandes virtudes. Es decir, aunque están muy seguras de sí mismas, no necesitan acaparar el protagonismo en las conversaciones, sino que dan su lugar a los demás. Se esfuerzan por entender a los amigos que les están confiando sus emociones, y gracias a ello, los demás se sienten valorados y queridos, lo que afianza aún más los lazos de su relación.