Publicado: julio 31, 2025, 1:30 pm
Numerosas columnas de humo siguen elevándose en Arouca, que vive la tercera jornada consecutiva de incendios en una de las zonas con mayores destinos turísticos naturales del norte de Portugal, como los afamados ‘Passadiços do Paiva’, cuyas pasarelas de madera han sido pasto de las llamas. A este espacio, catalogado por la Unesco como Geoparque, acuden cada año miles de turistas, aunque ahora se ha visto afectado por las llamas que no dan tregua a este territorio, a unos 60 kilómetros de Oporto.
Los puntos calientes del incendio se encuentran en la localidad de Nespereira, donde sus vecinos pueden contemplar tres densas columnas de humo que se elevan en dirección al pueblo de Alvarenga, así como una cuarta columna en el término de Vilar de Arca, perteneciente al municipio de Cinfães. Algunos usuarios en la red social X han compartido cómo ven el incendio desde sus localidades limítrofes, tanto españoles como portugueses.
Cientos de bomberos siguen desplegados en puntos estratégicos a lo largo de decenas de kilómetros de carreteras secundarias, cuyo tránsito es complicado y muy peligroso debido a los numerosos árboles, la mayoría eucaliptos, que están tirados sobre la vía o en riesgo de desplomarse tras ser calcinados por las llamas.
Un grupo de bomberos voluntarios llegados desde el distrito luso de Vendas Novas trabaja en la carretera 225, que une Alvarenga con Nespereira, tratando de que las llamas no crucen la vía y no amenacen al casco urbano de las poblaciones cercanas. Paulo Silva, uno de los bomberos, explicó que el objetivo es evitar que las llamas avancen por la ladera hacia una zona ya calcinada de eucaliptos y, sobre todo, salvaguardar la seguridad de los vecinos de estos pueblos. Los efectivos están agotados después de trabajar durante intensas jornadas para paliar las llamas.
En la misma situación se encuentran un grupo de bomberas llegadas desde la ciudad de Feira, que llevan 24 horas luchando para salvaguardar tanto la carretera que une Canelas con Arouca como el Museo de los Fósiles del Geoparque, ahora rodeado de eucaliptos totalmente calcinados pero que se salvó de ser destruido por el fuego.
Para los vecinos y los bomberos que trabajan en la zona para extinguir el incendio, donde apenas hay descargas de medios aéreos, la mejor noticia es que los principales focos del incendio no se encuentran muy próximos a los cascos urbanos, aunque son de difícil acceso para los medios terrestres.
