Las frases más encendidas de Vargas Llosa a Isabel Preysler: "Te quiero mucho, te querré siempre, hasta el último día, amor mío" - Venezuela
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Las frases más encendidas de Vargas Llosa a Isabel Preysler: «Te quiero mucho, te querré siempre, hasta el último día, amor mío»

Publicado: octubre 22, 2025, 8:30 pm

«Me llena de perplejidad y aún no consigo entender el empeño de su entorno (el de Vargas Llosa) por intentar hacer creer a todos el mundo que Mario fue desgraciado a mi lado».

Este párrafo, en la página 290 de su libro Mi historia verdadera, (Espasa) sintetiza uno de los serios problemas con los que la autorafirmante, Isabel Preysler, tuvo que lidiar durante su romance con el Nobel, que duró ocho años, y finalizó de forma abrupta: se refería a la familia de quien con 15 años más y una carrera literaria brillante y reconocida se había enamorado como un adolescente de la reina de los salones de terciopelos y oropeles.

Te diré cosas hermosas mientras te hago el amor

La autora resume las «falsedades» que se fueron vertiendo durante su romance con Vargas Llosa, como que lo dejó abandonado en un hospital, que no se ocupó suficientemente de su salud, que hacía su vida dejándolo solo, cuando él detestaba ese estado, que lo llevaba de fiesta en fiesta por interés propio para promocionarse mejor… Y las desmiente con datos e informaciones.

Pero el atractivo principal del título es que contiene las pruebas de la pasión que Vargas Llosa sintió por Preysler en forma de románticas cartas, reproducidas fielmente en la publicación, con la caligrafía, la firma y el amor indudable del escritor. No se puede decir que este género epistolar sea material literario de alta calidad, pero sí demuestra la locura que el Nobel sintió por ella.

Una vez lanzado el libro, este miércoles 22 de octubre, 20minutos selecciona reveladoras frases de las cartas que en privado le escribió el Nobel a su enamorada, cargadas de sentimentalidad y también de erotismo, aspecto este que Vargas Llosa dominaba en su escritura. Como por ejemplo: «Esta noche me reuniré contigo y te diré cosas hermosas y dulces al oído mientras te hago el amor».

El 21 de marzo de 2015 le escribió: «Te quiero mucho y te mando muchos besos y palabras bonitas para esas orejitas que parecen dos signos perfectos de interrogación. Mario». Esta frase la repetirá a lo largo de otras misivas con ligeros cambios. «Te beso en cámara lenta, en tus orejitas, en tus hombros, en las manos y en los pies».

El 11 de abril de ese año puso en su carta: «Sentí una terrible angustia pensando en lo lejos que estás. Amor mío, cada vez descubro en ti cosas bellas, delicadas, pequeños detalles que me llenan de admiración y de felicidad. Y pienso la impagable dicha que será vivir toda una vida a tu lado, descubriendo cada día uno de los tesoros y maravillas que hay en ti».

Parece mentira que hayan pasado ya cuatro años juntos. Se han pasado corriendo, como pasa el tiempo cuando uno es feliz

La fiebre epistolar de Vargas Llosa no tenía freno, según consta por la fecha de publicación de sus cartas. Tres días después de la anterior, el 14 de abril, manifestaba: «Yo nunca he estado tan seguro sobre nada como lo estoy contigo. Te quiero y nada me haría más feliz que pasar todo lo que me queda de vida a tu lado, adorándote».

Ya en febrero de 2018, el Nobel le dice: «Te quiero mucho, cada día más y, ahora además del apasionamiento casi adolescente que sentí por ti (se refiere al año 1986, cuando él estaba casado con Patricia Llosa y ella acababa de iniciar una relación con quien sería su tercer marido, Miguel Boyer) mi amor es también más sereno y profundo».

Lo único que tengo claro del futuro es que lo quiero contigo, queriéndote más

Un año después hace cálculos de su amor: «Parece mentira que hayan pasado ya cuatro años que estamos juntos. Se han pasado corriendo, como pasa el tiempo cuando uno es feliz. Nunca antes he escrito con tanto entusiasmo». Hay que recordar que Vargas Llosa recibió el Nobel en 2010, cinco años antes de iniciar esta aventura sentimental con Preysler, por la maestría de toda su obra.

El coronavirus también salpicó su pasión. El 18 de febrero de 2021 le dice: «Llevamos ya un año de coronavirus y estamos vivos. ¿Tiene algo que ver el amor con esta supervivencia? Seguramente, sí. Te quiero mucho, te querré siempre, hasta el último día».

La última misiva incluida en el libro es también clarificadora: «Lo único que tengo claro para ese incierto futuro es que quiero pasarlo contigo, a tu lado, queriéndote cada día más».

Todas las cartas seleccionadas por Isabel van encabezadas por un Isabel querida o por Isabel, amor mío. Y llevan una firma. Mario. A secas.

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